Caracas, AFP
Venezuela no permitirá que se atente contra su territorio “sin dar una respuesta contundente”, aseguró hoy su vicepresidente y ministro de Defensa, Ramón Carrizález, señalando directamente a Colombia y Estados Unidos.
“Tenemos una tradición de paz pero esto no quiere decir que vayamos a permitir que nuestra soberanía y nuestro territorio sean golpeados con impunidad. Nuestro país no permitirá una agresión sin una respuesta contundente”, afirmó Carrizález en un acto público.
El responsable recalcó que Venezuela sufrió en estos días “amenazas” procedentes del gobierno colombiano.
“Estaban creando las condiciones para justificar una agresión contra nuestro país basándose en los llamados falsos positivos o simulaciones de hechos punibles”, denunció.
A finales de diciembre, el presidente venezolano Hugo Chávez denunció que Colombia planificaba “simular” la existencia de un campamento guerrillero en la frontera venezolana para perpetrar un bombardeo.
“Nosotros estamos preparándonos para defender nuestro territorio y soberanía, no para agredir a ningún país”, insistió Carrizález.
“Por el momento desistieron de lo que tenían planeado pero (…) no podemos confiarnos en que ha habido un cambio de actitud” en el gobierno colombiano, agregó.
Venezuela congeló las relaciones con Colombia el pasado julio debido a un acuerdo suscrito entre Bogotá y Washington, que permite a Estados Unidos el uso controlado de al menos siete bases militares en el país sudamericano.
Carrizález también subrayó que otra amenaza para Venezuela son las bases militares estadounidenses en la isla caribeña de Curazao, en las Antillas holandesas.
“Sí se usan esas bases para incursionar en nuestro territorio”, recalcó.
El responsable explicó que el gobierno posee una grabación que demuestra que el 17 de mayo de 2009 un avión de guerra de Estados Unidos despegó de Curazao y violó el espacio aéreo venezolano.
La semana pasada, el Ejecutivo venezolano denunció que aviones militares de Estados Unidos están violando su espacio aéreo tras despegar de las Antillas holandesas, que serían usados para preparar “una agresión militar”. Las acusaciones fueron rechazadas por Washington y Holanda.