Las manifestaciones pacíficas de ayer, protagonizadas por cientos de periodistas, trabajadores de medios impresos, estudiantes universitarios y algunos líderes opositores en Caracas y otras ciudades, son el corolario de una grave crisis de institucionalidad que atraviesa Venezuela.
El fin de semana, por ejemplo, miles de universitarios protestaron para exigir al gobierno del presidente Nicolás Maduro mayor seguridad ciudadana y mejor calidad de vida.
Y ayer los trabajadores de medios de comunicación privados demandaron al Ejecutivo la entrega de divisas para la importación de papel que permita imprimir periódicos. De hecho, debido a la falta de papel, ya han cerrado 10 periódicos y están en riesgo otros 5.
“Todos los periódicos están en riesgo de cierre ante esta crisis”, advirtió Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario El Nacional, uno de los diarios que mantiene una línea crítica al Gobierno.
Esta situación se explica no solo por el constante hostigamiento del Gobierno contra la prensa independiente sino también por la grave crisis económica que enfrenta el país y que ha generado inflación.
Precisamente los altos niveles de violencia e inseguridad (asaltos, homicidios…), así como el alto costo de la vida y la escasez de productos de primera necesidad son dos de los aspectos que más preocupan a los venezolanos.
En el primer caso, la tasa de homicidios en 2013 se ubicó entre 39 y 79 por cada 100 000 habitantes, según cifras oficiales o de ONG, respectivamente, lo que ubica a Venezuela entre los países más violentos de la región después de Honduras.
En el segundo caso, el país afronta una inflación de 56,3%, una de las más altas del mundo.
Amenaza de hiperinflación
Ayer, un panel de economistas reunidos en el Consejo de las Américas de Nueva York, consideró que sobre Venezuela se cierne una más que posible amenaza de hiperinflación lo cual podría generar una alta inestabilidad social y política a corto plazo, y de consecuencias imprevisibles.
Uno de los ejes principales del debate fue el relativo a la sobrevaloración del bolívar y la tasa de cambio de la moneda, considerado por los expertos como el más grave y preocupante de la economía venezolana. Para Francisco Rodríguez, director de Economía Andina de Bank of America Merrill Lynch, “la tasa de cambio no beneficia a los venezolanos”. “Ningún gobierno racional preferiría la hiperinflación antes que la devaluación”, dijo en relación con las políticas económicas del gobierno de Nicolás Maduro.
Según Rodríguez, “el tipo de cambio mantenido por el Gobierno es completamente irreal” y subrayó que el Ejecutivo de Maduro “no ve la magnitud del problema que tiene enfrente”. El economista vaticinó un problema de hiperinflación en el corto plazo que conducirá a la devaluación de la moneda.
Se ahoga en deudas
Primero un sector, luego otro. Que si falta leche y carne, luego autopartes, después alguna medicina. El goteo de noticias sobre escasez de productos en Venezuela hoy es un tsunami gracias a la inmensa deuda que sostiene el gobierno (que controla la administración de divisas desde hace 10 años) con prácticamente todos los sectores de la economía nacional y que se agravó el año pasado con la devaluación de la moneda ocurrida en febrero.
Tras esta sobrevino un paulatino cese de los pagos oficiales a industrias, empresas e importadores de toda índole y que hoy suman una deuda de más de 13 000 millones de dólares.
A pesar de la caída en sus reservas internacionales (pasaron de 35 000 millones de dólares a 21 500 en un año y medio) voceros del Gobierno aseguran que cuentan con USD 42 200 millones para cumplir sus compromisos internos de este año. Sin embargo, no quedó claro si dentro o fuera de este monto se puede incluir la deuda mencionada.
[[OBJECT]]
La robustez de la economía petrolera venezolana es la principal carta que muestra el Gobierno, pero es de la que más dudan los economistas, pues aunque la estatal petrolera Pdvsa (que a su vez tiene una deuda consolidada de 43 000 millones de dólares) solía entregar al Banco Central de Venezuela más de 90% de sus ganancias por exportación de crudo, el año pasado esas entregas apenas fueron del 53%, según un documento elaborado por 47 reconocidos economistas venezolanos.
El resto del dinero que necesita la economía -explican- fue financiado con dinero inorgánico emitido por el Banco Central y gastado en asuntos muy lejanos al refuerzo del aparato productivo. Esto explicaría, entre otras cosas, la impactante inflación acumulada de 56,3 por ciento en el 2013.
La escasez de medicinas es de los temas más sensibles para los venezolanos estos días. Una visita a cualquier farmacia o laboratorio confirma la escasez en antirretrovirales y medicamentos para tratar el cáncer y la diabetes, entre otros.
Pero ¿por qué países como Venezuela no tienen mayor bienestar si son tan ricos en petróleo? El consultor español José Lluch Urpí, en una entrevista reciente a EL COMERCIO, sostuvo que el problema de este y otros países que viven del petróleo es que tienen un flujo de dinero barato y no se preocupan de fomentar las inversiones para el desarrollo, como construir infraestructura.
El momento que sube el precio del crudo tienen que importar el resto de materias primas y manufacturadas y resulta que el valor de estas últimas es siempre superior al de la energía, por lo cual difícilmente podrán salir de la pobreza. “Sus gobernantes son incapaces de utilizar los beneficios del petróleo en desarrollo”, dijo Urpí.
_En contexto El presidente Nicolás Maduro asumió el cargo tras la muerte del mandatario Hugo Chávez, el 5 de marzo de 2013. Maduro atribuye el deterioro de la economía en Venezuela a una supuesta “guerra económica” de los sectores privados ligados a la oposición.
28 de cada 100 productos que se demandan escasean en los mercados.
25 000 asesinatos provocó el 2013 la violencia criminal, según un observatorio.
[[OBJECT]]