Los agentes de Control Metropolitano reforzaron la presencia de uniformados en el sitio en donde se registró un agresión a sus efectivos, la noche del sábado 15 de diciembre del 2018. Foto: Diego Bravo/ EL COMERCIO
Tres agentes metropolitanos de control fueron agredidos la noche del sábado 15 de diciembre del 2018. Según el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, un grupo de comerciantes autónomos no regularizados atacó brutalmente en los rostros de los uniformados luego de negarse a desalojar el espacio público.
El incidente ocurrió en la avenida Pichincha y calle Inclana, sector de La Marín, centro de Quito. En esa institución se indicó que el hecho fue captado en un video difundido en las redes sociales.
Ante eso, el Cuerpo de Agentes indicó: “nuestra institución rechaza de manera contundente estos hechos violentos por parte de un grupo de comerciantes autónomos no regularizados e informa que ha puesto en conocimiento de la autoridad competente el video donde se ven claramente las agresiones (…), para que se tomen las acciones legales correspondientes contra los agresores“.
Este domingo 16 de diciembre en la mañana, los metropolitanos acudieron al sitio en donde ocurrieron los hechos y los patrullajes se reforzaron en la avenida Pichincha. Grupos de uniformados recorrían la zona ante la mirada de los comerciantes que se encontraban allí.
El Cuerpo de Control Metropolitano dijo que entregó a las autoridades un video que circula en redes sociales, sobre la agresión a sus agentes la noche del sábado 15 de diciembre del 2018. Las imágenes son investigadas por las autoridades. Foto: Diego Bravo/ EL COMERCIO
Los vecinos de allí comentaban que los controles en esa zona son continuos por parte de las autoridades.
En el Cuerpo de Agentes Metropolitanos se informó que su labor es conseguir el cumplimiento de las ordenanzas que regulan el uso del espacio público en el centro de Quito y las ventas ambulantes. Sin embargo, a pesar de las normativas, los vendedores informales buscan expender sus productos “por encima de las prohibiciones descritas en las ordenanzas metropolitanas”.
Muchos de ellos, dijeron, son “reincidentes, llegando al punto de agredir verbal y físicamente a los funcionarios que buscan hacer cumplir la normativa legal vigente para mantener el orden y la seguridad en la ciudad”.