Las ambulancias adquiridas por el Ministerio de Salud son alargadas y anchas. Tienen grandes ventanas oscuras. En la cabina hay espacio para el conductor y un ayudante. En el tablero se lee que la velocidad del carro es de hasta 200 kilómetros por hora.
Pero en realidad solamente alcanzan 90 kilómetros. Así lo asegura uno de los conductores del Hospital de Ambato. “El vehículo no dispone del turbo interculer.
USD 468 de IVA
pagó el Ministerio por cada vehículo, en vista de que no los compró directamente.
Esto ayuda a la máquina a desarrollar más velocidad y potencia”, explica el chofer, que no quiere identificarse por miedo a represalias en el hospital.
Esto se debe a que los automotores no son ambulancias, sino furgonetas a diésel y no alcanzan los 150 kilómetros por hora que se requieren en momentos de emergencia. Esta situación se repite en los hospitales Eugenio Espejo y Pablo Arturo Suárez, de Quito.
En el Ministerio de Salud no existe ningún informe técnico para optar por estos automotores. El 23 de abril de 2008, la empresa Euromedical informó al Ministerio de Salud las especificaciones que tendrán los vehículos. Recién allí indica que las nuevas ambulancias tendrán motor número JT573703, que son a diésel y de 2008. A esa fecha, Salud y Euromedical ya firmaron el contrato de compraventa y en la cláusula quinta se especificó lo que quería la Secretaría de Estado.
Este Diario acudió a KIA Motor. Allí, funcionarios que guardaron la reserva señalaron que las furgonetas que vende la empresa salen tal y como envía la casa fabricante.
Las unidades son dotadas paulatinamente. Cada centro de salud adquirirá los equipos con financiamiento propio. Eso ocurre, por ejemplo, en el centro de Salud del Comité del Pueblo (norte de Quito).
Este problema derivó en acciones legales. El 12 de marzo de 2009, la ministra Chang presentó una demanda civil por daño moral en contra del asambleísta Leonardo Viteri (PSC).
En un documento de 18 páginas, su abogado defensor, Jorge Acosta, acusó al legislador de denunciar un presunto sobreprecio en la adquisición de ambulancias. Pidió una indemnización de USD 3 millones.
El 24 de julio, Acosta, quien en este Gobierno fue presidente del ahora Consejo Nacional Electoral (CNE), confirmó que el caso pasó a la Presidencia de la Corte Nacional de Justicia, donde está a la espera de un fallo.
En la demanda, Chang recogió las declaraciones de Viteri, en donde detalla cómo se compraron las ambulancias. Según el legislador, el primer perjuicio para el Estado se presentó cuando el Ministerio de Salud pagó IVA al adquirir los vehículos a Euromedical. “Si el Ministerio hubiese comprado directamente a la concesionaria, no hubiese pagado IVA”. En el comprobante de retención número 0026658 se determinó que por este concepto se pagó USD 468 por cada automotor.