Redacción Judicial
La prueba que podría ser la clave para esclarecer la muerte de Natalia Emme, de 26 años, apareció.
La Asamblea intervino
El caso Emme despertó una pugna entre la Asamblea y el fiscal Washington Pesántez. El Pleno solicitó su renuncia y amenazó con enjuiciarlo políticamente, por adelantar criterios.
65 funcionarios de la Fiscalía suscribieron un remitido de prensa donde dicen que la muerte de Natalia Emme se dio por su imprudencia.
La Asamblea presionó a la Fiscalía para abrir sumarios disciplinarios contra los trabajadores que apoyaron a Pesántez.Se trata de un video del sistema de Vigilancia de Ojos de Águila, que actualmente se encuentra en manos de la veeduría Justicia Vial. “Si bien no hay un filmación del momento del accidente, sí existe una del trayecto de la caravana del vehículo que arrolló a la joven de 26 años”, dijo Guillermo Abad, presidente de la veeduría.
En el video se observan dos planos. Un frontal y otro lateral, con una duración de dos segundos cada uno. Son tomas panorámicas en la calle Zamora y av. América.
No se observa quién conduce, sin embargo, Abad refiere que esto no será un problema, pues “con las nuevas tecnologías se pueden hacer los acercamientos necesarios y pixelar la imagen para saber quién conducía el vehículo”.
Seis testigos dijeron que quien conducía era Aliz Borja, esposa del fiscal Pesántez. Aunque en el parte policial consta que era el gendarme Wilson Velasteguí.
Una copia del video se entregará esta semana a la Fiscalía. Justicia Vial pedirá el respaldo económico de la Embajada de EE.UU., para que el video sea analizado también en sus agencias de seguridad (DEA, CIA o el FBI).
“Así ya no habrá duda de quién fue la persona que estaba tras el volante”, refiere Abad. Aunque también dice que aún queda pendiente ubicar las causas que originaron el accidente.
Este Diario tuvo acceso al expediente del caso y constató que en el informe técnico Nº 05-C-2010-Centro se establecen responsabilidades tanto para el conductor como para el peatón.
El documento lo suscribe la Unidad de Investigaciones de Accidentes de Tránsito de la Policía de Pichincha. Allí se dice que el vehículo Vitara SZ iba a una velocidad “no inferior a 90km/h” y que estaba en una vía exclusiva del Metrobús. Por ello, el cuerpo de la joven fue “proyectado 8,20 metros hacia el sur occidente”.
Juan Zapata, vocero de la Dirección Nacional de Control de Tránsito, dijo que en el límite de velocidad de vehículos livianos en el área urbana es de 50 km/h.
A solo 30 metros del sitio del accidente hay un letrero donde se recuerda la norma.
En el informe de reconocimiento del lugar de los hechos, de la misma Unidad de la Policía, agrega que no se hallaron huellas de frenado en la calzada.
Sobre Natalia Emme, sostiene que cruzó por un sector no permitido para el paso peatonal. “Transitaba por una zona que no presta las seguridades y garantías necesarias para precautelar su integridad física”.
Tanto el conductor como el peatón, agrega el informe 05-C-2010-Centro, tuvieron obstruido su campo visual debido a la presencia de vehículos detenidos momentáneamente en el segundo y primer carril de circulación de la calzada de la av. América (ver infografía).
Para Gonzalo Silva, abogado de la familia Emme, los resultados de este informe carecen de validez. “La Policía y sus peritos están ligados a la Fiscalía. Impugnaremos esos resultados”.
Víctor Cevallos, abogado de Aliz Borja, en cambio dijo que el informe da pista sobre las causas del accidente, mas no de quién conducía el vehículo. “Si hay el video del sistema Ojos de Águila se comprobará que la doctora Borja estaba en el asiento trasero”.
El mayor Wilson Silva, jefe de la Subdirección de Investigaciones de Accidentes de Tránsito (SIAT), negó de su lado que los estudios se hayan realizado sin objetividad. “Existe un procedimiento internacional a seguir para todos los accidentes de tránsito. El SIAT los ejecuta sin importar quiénes sean las partes involucradas”.
En el estudio se utilizaron programas de computación sofisticados, cuyos resultados no pueden alterarse. “La ciencia no miente”.
Pero la defensa de la familia Emme también arremete contra la fiscal de tránsito que sigue el caso, Mariana Yépez. Dice que no actuó de forma inmediata en la recabación de pruebas.
Silva dijo que Yépez pidió un análisis de ADN del volante del vehículo –para saber quién conducía- luego de 15 días de que se registrara el accidente.
“Todo ese tiempo el Vitara SZ estuvo en la Policía y ahora ese vehículo ya está reparándose en la casa donde lo compraron y ya no hay nada por hacer”.
Pero el Artículo 165 de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial establece que el vehículo que hubiere participado en un accidente debe ser entregado “inmediatamente, luego del reconocimiento de los daños causados”.
Esa diligencia se cumplió y también la correspondiente al pedido de indemnización para la familia de Emme, que concede el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT).
Justicia Vial confirmó que el beneficiario será Guillermo Orrico, padre del hijo de Natalia. Seguros Sucre se encargará de entregar el dinero (USD 5 000), cuando se cumplan todos los trámites.