Las vacunas contra el covid-19 se aplican en tres hospitales y un centro gerontológico de Santo Domingo

Médicos y enfermeras de Santo Domingo recibieron la vacuna Pfizer en la primera jornada de inoculación contra el covid-19. Fotos: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

Médicos y enfermeras de Santo Domingo recibieron la vacuna Pfizer en la primera jornada de inoculación contra el covid-19. Fotos: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

Médicos y enfermeras de Santo Domingo recibieron la vacuna Pfizer en la primera jornada de inoculación contra el covid-19. Fotos: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

Con un poco de nerviosismo los primeros favorecidos con la vacuna contra el coronavirus ingresaban a los espacios que se habilitaron en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador.

El médico Jaime Vera, de la unidad de cuidados intensivos, recibió la dosis inicial con la que comenzó la jornada este 27 de enero del 2021.

Él es parte del equipo de la primera línea de atención en el hospital Gustavo Domínguez.

Luego de la inoculación dijo que ahora trabajará sin miedo porque la vacuna le da seguridad para estar al frente de los pacientes críticos que están en ese sanatorio.

Las vacunas se aplicaron de forma simultánea en tres hospitales y un centro gerontológico. En el General Santo Domingo y en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) también se inmunizó al personal médico. Igual se lo hizo en el centro gerontológico que administra el Ministerio de Inclusión Económica y Social.

Cerca de las 09:00, un grupo de médicos, acompañados de militares, llegó a esas casas de salud bajo un estricto operativo de seguridad.

En el hospital Gustavo Domínguez unas 30 personas recibieron la primera dosis hasta las 11:30.

En la parte baja del edificio se adecuaron tres espacios para preparar la puesta del antídoto, la sala donde se aplicó y un área de observación.

Los nombres de los beneficiados constaban en una base de datos que se verificó en una computadora que estaba en el mismo sitio donde recibían el antídoto.

Uno a uno presentaba sus cédulas y luego en una silla recibían la inoculación de la Pfizer.

En la observación, otros galenos les explicaban los efectos que pudieran tener, principalmente un poco de mareo. En ese lugar debían permanecer hasta unos 40 minutos.

El número exacto de vacunas que se aplicarán no se dio a conocer porque se esperaba saber, al final de la jornada, si alguien se excusó.

La enfermera Andrea Calle estaba, al principio, un poco intranquila. Reconoce que tenía un poco de temor por todo lo que se había comentado sobre los efectos posteriores. Pero no tuvo mayor reacción tras la aplicación que le hicieron en el Gustavo Domínguez, donde labora hace ocho meses en la unidad de cuidados intensivos.

El médico residente, Jaime Zambrano, del hospital del IESS, fue laureado por sus compañeros tras aplicarse la primera vacuna en ese centro médico.

Hasta ese hospital llegaron las autoridades de la provincia para supervisar el proceso que continuó hasta la tarde.

El gobernador, Adrián Granizo, dijo que se está controlando que la vacuna llegue directamente a las personas previamente escogidas y estará atento para que se cumpla la disposición. El inusual operativo que se formó en los exteriores de los hospitales causó asombro entre los familiares de los pacientes que están ahí internados.

Los guardias de seguridad debieron informarles sobre lo que sucedía para que mantuvieran la calma ya que muchos se alarmaron porque pensaban que había ocurrido algo con sus familiares.

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