300 000 vacunas de Sinovac, de China, arribaron al Aeropuerto Mariscal Sucre, de Quito este miércoles 7 de abril del 2021. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Con las 300 000 dosis de la vacuna china contra el covid-19 que llegaron este miércoles 7 de abril del 2021, Ecuador completó 799 330. Representa 3,9% de 20 millones de fórmulas negociadas. Las primeras 8 000 arribaron el 20 de enero.
Hasta ahora, tres proveedoras han concretado sus envíos: Pfizer-BioNtech, AstraZeneca (a través de la alianza Covax Facility) y Sinovac.
El cargamento de esta última farmacéutica china es el más numeroso que ha recibido el país. El sábado se espera otras 700 000 de sus dosis.
Con ellas, el Gobierno planea acelerar el proceso de inoculación. El presidente Lenín Moreno adelantó que la expectativa es llegar a 50 000 personas inmunizadas diariamente. Hasta el lunes -informó- alcanzaron a 32 000.
Según el cronograma publicado en la web Plan Vacunarse se preveía que un millón de dosis estarían en Ecuador en marzo y otro millón en abril, de Sinovac. No ocurrió. Moreno informó que un millón más de esas fórmulas vendrá en los primeros días de mayo.
El país sigue en la fase uno de la estrategia de inmunización, en la cual supuestamente se prioriza a grupos vulnerables, como adultos mayores, trabajadores sanitarios -no vacunado en fase cero- bomberos, docentes, policías, militares, etc.
El objetivo es inmunizar a dos millones de personas hasta el 20 de mayo, a cuatro días del fin de la gestión de este gobierno. Además los ministros de Salud y el Presidente han dicho que negociaron dosis para que 10 millones de habitantes sean vacunados hasta noviembre. Esto es 57,1% del total de la población, 17 519 308 de ecuatorianos, según el INEC.
Hasta el domingo 4 de abril, último dato proporcionado, apenas se habían colocado 301 069 fórmulas. Para Daniel Simancas, epidemiólogo, la cantidad de inoculados no es “insignificativa” si se intenta alcanzar una inmunidad de rebaño o evitar que la mayoría se contagie.
Ecuador -anota- está lejos de lograr la inmunidad de rebaño. Una de las razones es que no han llegado suficientes vacunas. “En esta crisis debemos negociar con otras proveedoras, como Gamaleya (Sputnik V), Johnson&Johnson (Janssen), Moderna y demás”. Eso quedará en manos del próximo gobierno.
Daniel Rodríguez, experto en administración de salud, coincide con su par en que la negociación con otras farmacéuticas es fundamental. También una mejor planificación de la inmunización dentro del país. “Esto ayudará a evitar los inconvenientes que se han presentado en estos días”.
En Quito y Guayaquil se han registrado reclamos relacionados con los tiempos de espera para la inoculación. Este miércoles 7, en el Colegio Central Técnico, en el norte de la capital, se observaron largas filas de adultos mayores y sus familiares. Ellos tenían citas y acudieron apenas 30 minutos antes. Sin embargo, las dosis no llegaron oportunamente.
Ese problema se arrastra desde la fase cero, ya que los médicos y más personal de salud aguardaron más de tres horas para ser vacunados.
La citaron a las 08:20, así que estuvieron en el lugar a las 07:45. Recién a las 12:10 (casi cuatro horas después) empezó la administración de la dosis.
“Hubo desorganización. No se respetaron los horarios ni el distanciamiento entre personas. No hubo información”.
Jorge Wated, secretario del Gabinete, acudió a ese punto de inmunización. Allí argumentó que “hubo una confusión”, ya que se envió al lugar vacunas equivocadas.
“Es una falta de planificación en relación a las reuniones sobre cómo se tiene que vacunar, a quién y con qué dosis. Acá debe entrar Pfizer, han traído un lote que no era. Se hicieron los correctivos, ya que no vamos a exponer a nadie de más de 80 años a una fórmula que no sea Pfizer o Sinovac. Son las que nos dan tranquilidad”.
Pero esos inconvenientes no son aislados. En el Colegio Dillon, en el norte de Quito, y en la Universidad de las Fuerzas Armadas (Espe), en Rumiñahui, también, hubo largas filas de personas que esperaron más de cuatro horas para recibir su primera dosis. En Guayaquil ocurrió algo parecido.
El ministro Mauro Falconí no ha aparecido. El sábado, su asesor de Comunicación negó que esté internado en el Hospital Militar, como trascendió.