Redacción Construir
Las casas vacías son un objetivo goloso para los ladrones y en esta época de vacaciones está comprobado que muy poca gente toma alguna medida de seguridad.
Otras precauciones
Los sistemas de alarmas comunales son una alternativa. La gente del barrio se reúne para pagar el servicio de un guardia que vigile permanentemente las calles de la urbanización.
Una fuga de agua o una sobrecarga en el sistema eléctrico son otros incidentes que pueden afectar a una vivienda. Para esto se recomienda desconectar todos los aparatos si se opta por mantener el suministro.
También hay que cerrar las llaves de paso del agua y del gas, ante el riesgo de fugas. En cuanto a la mascota, se aconseja dejarla en otro lugar y no sola en la casa.
En plena era de la tecnología, muchos expertos dicen que se pueden emplear sistemas de alarma y de vigilancia. Pero hay otra posibilidad: poner en práctica una serie de medidas que dificulten la entrada de los delincuentes al hogar.
Simular que la casa está ocupada es una práctica muy útil para disuadir a los ladrones. Desde el exterior, nunca debe parecer deshabitada. Conviene mantener las cortinas cerradas y, cuando sea posible, instalar un dispositivo electrónico que permita programar varios temporizadores para que las luces, la televisión o la radio se enciendan y se apaguen periódicamente.
Actualmente, dice Carla Cruz, de Ecuaseguridad, cuando no hay nadie en la casa, una llamada desde el portero automático puede ser desviada a un número convencional, simulando la presencia de un usuario en casa o abrirle la puerta de acceso de la calle a, por ejemplo, un mensajero o una persona de servicio.
El timbre de departamentos es otra opción. “Puede integrar una llave de activación o desactivación de las funciones de alarma de la central y el portero. Así como se compone de una lectora de proximidad, la cual activa o desactiva la unidad portero y acciona la cerradura eléctrica de la puerta permitiendo el ingreso”.
Garzón añade que mucha gente ha elegido el sistema inteligente. Este procedimiento incluye un software de control inteligente de todas las funciones del sistema integrado de portero y seguridad en la computadora.
“Ahora se pueden ver los dormitorios, el estacionamiento, la cocina como si estuviera ahí”. Sí, dice Cruz, se pueden ver todas las cámaras que desee en el portero visor, seleccionarlas una por una cuando quiera y observar lo que acontece en su casa”.
El ingeniero René Muñoz comenta que los sensores de movimiento, los contactores, el lector de tarjetas y las cerraduras magnéticas y teclado de seguridad son otras de las opciones. Aunque, por cuestión de costos, los candados, las mallas típicas y decorativas en las ventanas y puertas mantienen su puesto en cuanto a medidas de seguridad.
Según las empresas de seguridad, las alarmas con monitoreo y respuesta inmediata tienen más demanda que las cámaras de circuito cerrado porque los clientes consideran que son más efectivas y menos costosas.
En la arquitectura moderna de control de los edificios actuales, la incorporación del circuito cerrado de televisión es indispensable, dice Garzón. Los proyectos incluyen cámaras de funcionamiento nocturno y diurno, internas, externas y de iluminación y captación infrarroja para zonas de seguridad crítica, en color y en blanco y negro.
Entre las distintas cámaras y la imagen que se presenta al operador se proponen una variedad de posibilidades dependiendo de la arquitectura del edificio, de la zonificación del mismo y de las posibilidades de control.
El desarrollo de la tecnología hace que actualmente se oferten varios sistemas domóticos para la seguridad de una vivienda.
Marcelo Escobar, de Isde-ecuador.com, cuenta que en el mercado existe un sistema con el que se pueden quitar o poner alarmas o entrar a menús para encender luces de la sala o cualquier otra habitación de la casa. Y todo se hace por una llamada telefónica o por medio de una conexión a Internet, desde cualquier parte del mundo.