En un Trole jubilado funciona la Casa Somos La Magdalena. Los niños reciben talleres. Foto: Ana Guerrero / EL COMERCIO
Manualidades, artes marciales, danza aérea, patinaje y música son apenas algunas de las opciones para los pequeños y adolescentes en las vacaciones quiteñas. Las 49 Casas Somos están entre los espacios municipales que brindan alternativas. Se unen las casas Metro Juventudes y Colonias Vacacionales.
La oferta es amplia. Solo en las colonias, impulsadas por la Secretaría de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana, hay espacio para 19 000 niños y jóvenes. En las Casas Somos, los talleres van dirigidos para unos 20 000.
En La Magdalena y Chilibulo (sur), los cursos arrancaron el martes. El resto de Casas Somos lo hará el lunes y la jornada se extenderá hasta el 25 de agosto. En el primer sector, un trolebús jubilado es uno de los espacios que recibe a los pequeños, a un costado de la avenida Rodrigo de Chávez y Gatazo. Allí se adaptaron mesas para las capacitaciones.
Con tijeras en mano y moldes hechos en papel, los participantes aprenden la forma de elaborar una gorra para protegerse del verano quiteño. Fuera de la unidad, un grupo juega fútbol, otro practica artes marciales y un tercero se alista para la danza aérea.
Aunque en ambos sitios del sur de la urbe las actividades están en marcha, aún hay cupos para los talleres y las inscripciones son de lunes a viernes, de 08:00 a 16:30. Hay opciones durante toda la mañana. A través de una página web se puede verificar las distintas Casas Somos de la capital. Se debe llevar la cédula.
Gladys Correa, moradora de La Magdalena, resume en una frase el beneficio de los cursos: “Que los guaguas no se queden en casa viendo televisión; que aprendan y se diviertan”.
La mujer inscribió a sus nietos, Valeska y Emiliano, en los cursos del sur. El aprendizaje y la distracción son dobles, pues ella, al igual que otros representantes, aprovecha el tiempo en el que los niños se divierten para ser parte de los cursos para adultos.
Deportes, arte, manualidades y más son parte del listado de alternativas en verano. Foto: Ana Guerrero / EL COMERCIO
Algunos talleres son una continuación de lo que ya se dictaba durante el año. La danza aérea es uno de ellos. En este, incluso, se han formado competidoras, como Rafaela Sáenz, de 8 años.
Desde hace ocho meses, la niña empezó su capacitación en esa disciplina y se apuntó al vacacional. Participó en una competencia nacional, que se llevó a cabo en Cuenca y consiguió el tercer lugar. En Guayaquil, en cambio, postuló por un título sudamericano, y regresó con una medalla en ‘mejores giros dinámicos’. Ambos en la categoría amateur.
Los cursos municipales, además, son una oportunidad para colaborar. Susana Velasco, moradora del sur, desde hace cinco años es voluntaria y dicta clases de manualidades. Empezó enseñando a elaborar pantuflas. Y en estas vacaciones comparte sus habilidades con los chicos. Ella dicta sus clases en Solanda, Atahualpa, Chiriyacu y La Magdalena.
Las colonias vacacionales son otra opción para vacacionar y aprender. Estas van dirigidas para pequeños de entre 6 y 12 años. El acceso es gratuito y las actividades se extenderán del 27 del mes en curso hasta el 8 de agosto. Las inscripciones serán hasta el 24, en las direcciones de gestión participativa de las administraciones zonales.
Este es el décimo año de la iniciativa, que se desarrolla en espacios como casas comunales e instituciones educativas de cada sector. Este año se incluyen salidas a sitios como Yaku, Teatro México y museos del Centro Histórico.
Según el Municipio, de la mano con las actividades de las colonias se trabajará sobre valores como identidad, autoestima, solidaridad, cultura de paz, respeto. 2 500 jóvenes recibieron capacitaciones durante tres meses para ser monitores en los cursos que se dictan en más de 200 puntos.
Del lado del Patronato San José, los talleres arrancarán el lunes y se extenderán hasta el 16 de agosto, en las tres Casas Metro Juventudes (Quitumbe, Centro y Calderón). Se junta a la propuesta el Circo de Luz.
Las actividades son variadas, incluidos los cursos recreativos, formativos y productivos, como emprendimiento y atención al cliente.