Redacción Sociedad
La sala de sesiones de la Federación de Jubilados de Pichincha se llenó con 68 dirigentes que ayer llegaron de todo el país. Las personas de la tercera edad se citaron para analizar el incremento de las pensiones.
Este es el primer encuentro del Comité Nacional luego de que el Consejo Directivo fijó el alza con base en la inflación anual.
Esto significó que los ingresos económicos se elevaran en un promedio de USD 12, a diferencia de USD 40 durante 2009.
En la reunión, que tomó tres horas, se decidió que los jubilados asistan a las reuniones convocadas en la Asamblea Nacional.
La idea -dijo el presidente de la Federación de Jubilados, Abdón Logroño- es que allí se analice la reforma al artículo 11 de la Ley de Seguridad Social. “Con eso se abre la posibilidad de que el aumento sea significativo y no lo que inicialmente nos dieron”.
Pasado el mediodía, los adultos mayores decidieron que “si no hay resultados en los diálogos se organicen paralizaciones”.
Una primera marcha se concretó la semana pasada. En esa oportunidad, el presidente del IESS, Ramiro González, se comprometió a “ayudar a los jubilados, para que se hagan las reformas legales, para canalizar el incremento”.
La reunión del Comité Nacional se desarrolló en las instalaciones de la Federación de Pichincha, porque aún no se soluciona totalmente el conflicto en la dirigencia nacional de pensionistas.
Hace un mes, en otra reunión también realizada en la Federación de Pichincha, los dirigentes desconocieron a Édgar Sarabia como presidente de la Confederación Nacional de Jubilados.
Luego de eso posesionaron a Carminia Molina de Cantos, madre de la ex comisionada Anticorrupción, Alejandra Cantos. En la reunión de ayer, el secretario alterno de la Federación de Pichincha, Nelson Hidalgo, mostró un oficio del Ministerio de Inclusión Económica y Social que reconoce a Molina como presidenta.