El Gobierno colombiano está empeñado en que el debate de la cita presidencial de Unasur vaya más allá del debate por el acuerdo militar con EE.UU., que le permite usar siete bases militares.
La Cancillería planteará en la agenda de la cumbre tres temas que pueden incomodar a Venezuela. La carrera armamentista en la región, la venta ilegal de armas y la cooperación contra el denominado terrorismo.
Según la diplomacia bogotana, en los tres puntos Venezuela debiera dar explicaciones a Unasur. Su argumento es que desde hace dos años el gobierno de Hugo Chávez ha invertido unos 3 000 millones de dólares en armamento de Rusia y China. En la lista figura una flota de 24 cazas sukhoi, helicópteros y 100 000 fusiles AK-103. Se suman aviones de transporte y lanchas rápidas.
Además, Colombia desea que Venezuela explique cómo fue que lanzacohetes AT-4, de fabricación sueca, llegaron a manos de la guerrilla de las FARC. La revista Semana dice que no es verdad que el armamento fue robado por las FARC, en 1995, de una base de infantería de Carabobo, como lo ha sostenido Chávez.
Por último, Álvaro Uribe buscará que en Unasur se discuta sobre las supuestas facilidades que Venezuela da a los guerrilleros para que se refugien en su territorio. Sobre el acuerdo con EE.UU., su defensa está lista. Se insistirá en que no habrá bases estadounidenses en suelo colombiano y en la presentación de las garantías jurídicas que descarten cualquier acción contra un tercer país. Del corresponsal en Bogotá