El niño prodigio de la Astrofísica, el famoso fisicoculturista Esteban Joaquín (apodado Stephen Hawking en inglés), egresado de la milenaria escuela del Milenio de Zumbahua, acaba de decir que Dios no creó el universo. Esa declaración debe haber agradado a Castro: así creerá el octogenario que no hay infierno y que quedará impune.
Pero a los que más ha gustado esta afirmación no ha sido a los ateos, sino a los creyentes fanáticos de la Santa Alianza País. Ahora, aseguran estos fieles devotos, ha quedado demostrado lo que siempre dijeron: está claro que ‘dios’ no creó El Universo ni El Comercio. En cambio, ‘dios’ creó el PP y adoptó a unos cuantos medios arrepentidos, como El Telégrafo, Gamavisión, TC, ‘egsétera’.
Ante semejante audacia, se ha despertado de su tumba el físico calculista Alberto Einstein Acosta. Pero ‘dios’ no lo ha tomado ni en cuenta y considera que hay ‘relatividad’ en sus declaraciones.
Ahora, una paradoja. Se trata de un problema físico-municipal de Quito: ¿Qué hace una tortuga en un poste? Primero: no entiendes cómo llegó ahí. Segundo: no puedes creer que esté ahí. Tercero: sabes que no pudo subir ahí solita. Cuarto: estás seguro de que no debería estar ahí. Quinto: eres consciente de que no va a hacer nada útil mientras esté ahí. Lo único sensato sería ayudarla a bajar de ahí. En las próximas elecciones, ayudemos a bajar a la tortuga (tomado del Álgebra de Barrera) .