Redacción Guayaquil
Con manchas de pintura verde y amarilla en el rostro, Camilo Medrano se unió a la multitud. Ese fue el distintivo para representar a su provincia Pastaza, donde dicta clases desde hace 23 años.
A las 09:50 de ayer, en el centro de Guayaquil (9 de Octubre y Lorenzo de Garaicoa), el profesor agitaba una bandera roja. Era la antesala de la marcha convocada por la Unión Nacional de Educadores (UNE) para rechazar, otra vez, la evaluación del Ministerio de Educación.
3 4 00 maestros
Asistieron a la primera fase de evaluación, según datos del Ministerio de Educación.Medrano viajó nueve horas en bus para llegar al Puerto Principal. Lo hizo el martes a la medianoche, para asistir a la Jornada Regional de Movilización del magisterio junto a 12 colegas.
“Estamos dispuestos a evaluarnos, pero no a aceptar la prepotencia del Presidente de la República que nos quiere mandar a la casa”, comentó Medrano mientras se acomodaba una gorra blanca que lo cubría del sol.
Frente a la puerta del parque Centenario, una tarima comenzaba a tomar forma. Desde ahí, los dirigentes de la UNE darían sus discursos en lo que fue su segunda convocatoria en menos de un mes. El presidente del gremio en Guayas, William Pazmiño lanzó sus advertencias. “Hemos venido más de 40 000 personas, pese al boicot y al sabotaje hay delegaciones de la Costa, de la Sierra y del Oriente”.
Unos minutos antes, el secretario Nacional de Comunicación de la UNE, Patricio Carrera, daba la bienvenida a los maestros de Cañar, Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, El Oro, Tungurahua, Cotopaxi, Zamora Chinchipe, Pastaza, Azuay, entre otras.
A la cabeza iban miembros de la UNE de Pichincha. Dos monigotes se abrían paso entre los carteles. Eran las imágenes del ministro Raúl Vallejo y del presidente Correa. A un costado, estaba una leyenda: ‘No a la evaluación sancionadora’.
La maestra Charito Santander viajó en uno de los cinco buses alquilados por la UNE en la capital. En cada uno se trasladaron unos 40 pasajeros.
En el viaje, los maestros pasaron varios controles. “Nos pararon cinco veces en la carretera, escondimos la cédulas para que no se fijaran que éramos del magisterio”, contó Santander.
Kléber Alarcón llegó desde Cañar. Para asistir a la marcha dejó un reemplazo. “No le tenemos miedo a la prueba. La forma injusta de hacerla es lo que estamos rechazando”.
Cerca de las 11:00, los bloques de maestros, estudiantes y padres avanzaron por las calles céntricas al son de rimas contra del Ministerio de Educación y de las autoridades.
Melissa Arteaga, de 12 años, hizo su propio cartel. La estudiante del colegio Cabuyal, de Guayas, no conocía el motivo de la marcha. Dijo que solo faltó a clases porque quería apoyar a sus educadores. Al igual que Arteaga, decenas de estudiantes de distintos colegios de la ciudad marcharon con sus uniformes.
Grupos de padres también participaron. Nora Dañín y Sandra Salazar pidieron que primero se capacite a los docentes.
Al mediodía, el movimiento en la tarima era intenso. Los asistentes llenaron unas cinco cuadras alrededor. Luego de cantos y consignas, la presidenta de la UNE, Mery Zamora, dio su discurso. Rodeada por cámaras y micrófonos, aseguró que en los próximos meses harán una nueva marcha en Quito.
Y reafirmó que los docentes no participarán en la segunda fase de evaluación que prepara el Ministerio para mediados de julio.
Entre los asistentes estuvo el asambleísta por el Movimiento Popular Democrático (MPD) Jorge Escala. “Pretenden reemplazar a los maestros con otros profesionales que no se han preparado para enseñar, es como si al maestro le permitan construir carreteras u operar a alguien en un quirófano”, dijo.