La UNAE creció en un año y pasó de 19 a 726 estudiantes

Los estudiantes de la UNAE reciben clases, de 08:00 a 16:00. El centro está en un terreno de 47 hectáreas. Foto: Xavier Caivinagua / EL COMERCIO

La Universidad Nacional de Educación (UNAE), que funciona en la parroquia Javier Loyola del cantón Azogues, en Cañar, cumplió su primer aniversario. Hubo una ceremonia especial que se desarrolló en los primeros días de junio, con la presencia de las principales autoridades de educación superior del país.
Con 19 estudiantes y 10 profesores, la UNAE empezó sus actividades académicas el 27 de mayo del 2015. Ahora son 726 alumnos de 22 provincias y 75 catedráticos de 12 países, en su mayoría PhD.
Ellos, el pasado 1 de abril, iniciaron el tercer semestre y terminarán la carrera en el 2019, tras un semestre de nivelación y cuatro años de licenciatura. Se suman 28 jóvenes más, quienes se forman en el centro de apoyo de Lago Agrio.
Los 754 chicos estudian en este centro que surgió para formar a los profesores del país. Todos tienen una beca, que corresponde a un salario básico, de USD 366 , cada mes.
Estos jóvenes optaron por las cuatro carreras: Educación Básica, Inicial, Intercultural Bilingüe y Especial. Todos superaron los 800 puntos en el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES).
De acuerdo con Freddy Álvarez, rector, las carreras se han abierto conforme a las demandas del Estado.
¿Cuál es el parámetro? El funcionario respondió: “Sabemos cuántos profesores se van a requerir en los años posteriores, de acuerdo a la línea de crecimiento del país y a la edad de los actuales maestros”.
De los 160 000 catedráticos del sistema educativo actual, el 47% es mayor de 45 años. Así que para el rector Álvarez, esto permite proyectar la necesidad de refrescar la planta docente en los próximos años.
En criterio de Álvarez, la demanda de estudiantes ha crecido y el espacio cada vez se va reduciendo. Sin embargo, la capacidad de esta universidad es para 1 500 alumnos. Para septiembre próximo se espera contar con otros 350 alumnos.
Por eso, en el plan está la idea de construir un nuevo campus universitario, en el mismo sector, cuya extensión del terreno es de 47 hectáreas.
El ministro de Conocimiento y Talento Humano, Andrés Arauz, anunció que está aprobado el presupuesto para construir el nuevo campus.
Álvarez desconoce la fecha del inicio de la obra. Anuncia que será “una ciudad universitaria”, cuyo presupuesto total asciende a USD 171 millones. Tendrá una capacidad para
7 200 estudiantes, con 500 habitaciones para alumnos y profesores, un polideportivo, biblioteca, restaurante, comedor, edificios administrativos...
Grupos de jóvenes -hombres y mujeres-, acompañados de sus profesores, asimilan conocimientos en las aulas, en la biblioteca, en los laboratorios y en los amplios espacios verdes del centro. El ambiente es tranquilo, sin ruido de vehículos; las instalaciones están rodeadas de árboles y montañas.
Ronaldo Lara, de 19 años, llegó de Guayaquil hace un año y está fascinado con el espacio en donde se educa. No lo niega, él extraña a su familia. Pero su meta es ser profesor de matemáticas, dejando atrás su aspiración inicial de incursionar en la electrónica.
Arrienda un departamento en Azogues, con otros tres quiteños. Christian Chuva, presidente de la Asociación de Estudiantes de la UNAE, está feliz por ser parte de uno de los centros académicos más modernos del país. Él canaliza todas las inquietudes, los problemas y las necesidades. “Hay apertura de las autoridades y del área administrativa”.
Según Álvarez, la UNAE pretende convertirse en una de las mejores universidades del mundo, en el campo de la educación, dentro de 10 años. Y anota que el nuevo profesor del Ecuador debe formarse para transformar la sociedad, “con la pedagogía y el ejercicio de la docencia acorde con los nuevos requerimientos”.
José Herrera, director de la carrera de Educación Especial, está conforme con la presencia de 21 estudiantes en su área, pero espera que otros se sumen. Para esta especialidad, asegura, deben ser jóvenes altruistas, amorosos, que se conmuevan con el dolor ajeno. “Ellos van a trabajar con un sector sensible de la sociedad”.
El presupuesto anual de la UNAE es de USD 10 millones, que se distribuye en pago de salarios administrativos, seguridad, tecnología, mantenimiento del campus, contratación de profesores, Internet, mobiliario…
Pero también hay voces críticas sobre el funcionamiento de esta universidad. Una de ellas es la de Jorge Escala, este centro no es lo que concibieron. Él dirigió la Unión Nacional de Educadores (UNE) y fue asambleísta por el extinto MPD, hoy Unidad Popular, en el período legislativo anterior. Considera que la U. Nacional de Educación debía además servir para la profesionalización y actualización del Magisterio.