Redacción Negocios
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La Superintendencia de Bancos (SBS) deberá concretar en cuatro meses lo que no hizo en dos años y medio de Gobierno: liquidar 33 entidades financieras.
El retraso en el proceso, que vence en diciembre, motivó al presidente Rafael Correa a reunirse durante la mañana de ayer con la Junta Bancaria (JB).
Esto pese a que hace 11 días, en su cadena radial, ya exhortó a la superintendenta Gloria Sabando a acelerar el proceso.
“Lamentablemente, Gloria, no estoy satisfecho con que siete instituciones estén cerradas, deberían estar cerradas todas… Deberían estar cobradas las deudas, hechos los juicios coactivos, publicados los deudores morosos y declarados insolventes si no responden con sus bienes”, increpó el Primer Mandatario.
Correa enfatizó que esta tarea no es su responsabilidad directa, sino de la SBS, en parte de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) y de los liquidadores.
Según dijo, ve a nivel de liquidadores falta de ganas y de empeño. “El mejor negocio para ellos es mantener abiertos los bancos indefinidamente, así conservan su trabajo”. Dio como ejemplo, la financiera Manabí, cuyo proceso de liquidación lleva 20 años.
En los últimos cinco años el liquidador, quien es funcionario de la SBS, no liquidó la entidad porque no recuperó USD 200 000.
A la financiera no le costaba nada, porque el funcionario estaba en comisión de servicios, pero al Estado sí porque paga su sueldo para que liquide la entidad.
Ante el desasosiego del Presidente por cerrar el capítulo de la crisis bancaria, Sabando se mostró convencida de que sí es posible concluir el proceso hasta diciembre próximo.
A esto añadió que hay un compromiso público de la Corporación Financiera Nacional, AGD y Ministerio de Finanzas de solucionar los problemas que frenaron la liquidación de las entidades.
Sobre todo tomando en cuenta que, mientras más transcurre el tiempo, el hueco patrimonial (déficit) de la banca cerrada se incrementa.
Inicialmente, el hueco estaba en USD 2 500 millones y, según la SBS, hoy está en 3500 millones.
En este último rubro se incluyó el costo financiero (intereses) que le significó a la AGD para entregar recursos a los bancos. Si se decidiera no gravar estos intereses, el hueco sería de 2 300 millones.
Entre las tareas pendientes están los 3 500 juicios de coactivas, los juicios de quiebras fraudulentas y declaración de insolvencia en contra de los morosos, cuyas deudas suman1970 millones.
Aún no está listo el cruce de cuentas por 3 300 millones con las instituciones públicas acreedoras de la crisis. Está previsto, incluso, que reciban bienes y cartera, como dación de pago.
Pero a más del llamado de atención por el retraso en estos trámites, el Ejecutivo enfatizó que ve con preocupación que la SBS no sea reestructurada y no se haya renovado al personal, “cuando ha sido la sucursal de la banca corrupta”.
A decir de Sabando, se ha logrado mucho en la recuperación de imagen y la reestructuración de ciertos temas, pero reconoció que ha ido más allá porque hay que observar cierto marco legal, como los niveles salariales que tienen que ser revisados con la Senres.
Respecto al personal, dijo que “no justifica la ineficiencia ni peor las malas prácticas de nadie”.
Por ello añadió que se está investigando a los responsables de los retrasos en la liquidación, registrados en más de una década.
Reconoció que sí falta mucho compromiso de la mayoría de funcionarios. “Hay malestar porque ciertos bonos y condiciones anteriores les hacía sentir incentivados y ahora se han eliminado”.
Por otra parte, el Mandatario tenía previsto anunciar ayer en la noche, en cadena nacional, nuevas medidas económicas.
Entre ellas: reforma tributaria, reducción a los costos de los servicios financieros, posible alza salarial, inyección de liquidez a la caja fiscal e inversión de la reserva.