La TV y el cine no dejan de apelar a la nostalgia de público

 Pablo fiallos
 Redacción SIETE DÍAS

Nostalgia y desarrollo tecnológico. En esas dos claves se podría definir la causa principal para el renacimiento de series que vieron la luz en la pantalla chica en décadas anteriores y ahora vuelven a nacer en la propia TV o en la pantalla grande.

El avispón verde  de Michel Gondry 

El actor y guionista cómico Seth Rogen escribió el guión junto a Evan Goldberg.

Rogen será Britt Reid,  el dueño de un periódico, quien  lucha contra el crimen convertido en el Avispón Verde.

Para esta tarea cuenta con la ayuda   de un  experto en artes marciales,  Kato. Stephen Chow será el encargado de interpretar a este eficaz compañero.El elemento nostálgico no es  nuevo. Las versiones de series consideradas clásicas es un mecanismo que se ha repetido decenas de veces. El color ha bañado escenas de drama y comedia  concebidas en blanco y negro.

Hoy, las productoras apelan al sentimiento de añoranza en el público  adulto en busca de identificación. Y el mercado de cine y TV apuesta por revivir en las generaciones adultas las emociones producidas décadas atrás. A partir del elemento de la nostalgia se ha podido justificar la reproducción de series. Pero no conforme con la captación del público que alguna vez fue fiel a una serie,  también se busca captar nuevas audiencias, a través de la actualización de sus contextos.

Sin importar lo poco que tengan que ver con la idea original, hechos como la Guerra Fría han sido sustituidos por terrorismo,  como  en el caso de ‘El súper agente 86’,  parodia del cine de  espías.

Series como ‘Los tres chiflados’ se alejan de la temática  de la Gran Depresión o la Segunda Guerra Mundial,  que tocaron, con tono propagandístico en muchos casos, en su larga trayectoria. Ahora es actualizada con nombres  de estrellas como Jim Carrey, Benicio del Toro y Paul Giamatti.

Llama la atención que series como ‘Los magníficos’, en la que la premisa dramática partía  necesariamente del contexto inmediato de la posguerra de Vietnam vuelvan a ver la luz, en plena era de los conflictos bélicos a control remoto. Aquel   grupo rebelde   que se encargaba de resolver los problemas individuales de extraños   mientras escapaban de un crimen que no cometieron se traslada ahora a   Oriente Medio.

En otros casos, directores arriesgados han aceptado el reto de plasmar su visión muy personal sobre los personajes de TV. Ese ha sido el caso de ‘Batman’ de Tim Burton, por ejemplo. Allí, la mirada oscura, e incluso perversa, del director hizo que  huyeran auspiciantes como McDonalds, horrorizados de ver cómo las figuritas de sus Cajitas Felices escupían un líquido viscoso y negro.

Quizás la adaptación cobra  mayor justificación cuando el desarrollo de la tecnología audiovisual pueda permitir una puesta al día con mayor impacto visual y un realismo acorde a esta época.

Poco creíbles resultan, ahora, las escenas en que los extraterrestres se quitaban la piel y mostraban su carne de lagarto en ‘V, Invasión extraterrestre’ o cuando las inmensas naves    flotaban sobre  las capitales del mundo.

La nueva versión, estrenada hace poco en EE.UU., pero de la cual se pueden ver sus primeros ocho minutos  en la Web muestra  autenticidad. Sin embargo, por momentos parece más bien que el desarrollo solo ha calado dentro de lo tecnológico e industrial. En lo dramático solo se evidencia la conocida actualización de las fórmulas de Hollywood y de las conspiraciones post 11-S,  que rehúyen de toda posible reflexión.

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