En el mercado mayorista se comercializa frutas como manzanas, duraznos y nueces. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
Tungurahua necesita rehabilitar 5 200 hectáreas de frutales para abastecer el mercado nacional.
La aplicación de las salvaguardias a la importación de frutas vuelve nuevamente optimistas a los fruticultores de Tungurahua. Sin embargo, en 25 años, el sector perdió 2 000 hectáreas a causa de los bajos precios de la manzana, pera, claudia, durazno… en las plazas y mercados.
A esto se sumó la falta de competitividad e inversión por parte de los productores, la escasa tecnificación y el no haber renovado los frutales. También la escasa planificación para establecer los sitios de producción. Eso afecta a los cultivos de hoja caduca (que cambia cada año por ser un árbol de cuatro estaciones).
Según un estudio efectuado por Jorge Fabara, ex presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Fruticultura y ex catedrático de la Universidad Técnica de Ambato (UTA), en 1990, la provincia contaba con 7 200 hectáreas de frutales que beneficiaban a 9 200 propietarios. Esa cantidad se logró con la puesta en marcha del Proyecto Tungurahua, que consistió en convertir a los huertos dispersos en comerciales.
Para ello, se construyeron canales de riego. Se introdujeron 600 nuevas variedades entre flores, frutas y hortalizas. La inversión fue de 200 millones de sucres y fue financiado por el Banco Interamericano de Fomento. Sin embargo, en la actualidad solo quedan 5 220 hectáreas de frutales en producción. Las restantes 2 000 hectáreas desaparecieron por el crecimiento de las ciudades y otros cultivos.
Fabara explica que están plantadas 2 500 hectáreas de manzana, 1 000 de pera, 500 de durazno, 400 de abridor, 500 de claudia, 300 de nuez y 20 de albaricoque, pero que la producción total solo corresponde a 2 500 hectáreas. Eso ocurrió porque se permitió el ingreso de fruta extranjera.
Con la aplicación de las salvaguardias, el fruticultor podría rescatar sus cultivos para aumentar la producción de manzana que al momento es de 6 toneladas por hectárea. La idea con la rehabilitación integral es alcanzar 13 toneladas y llegar a las 30. “Es necesario incrementar la producción de manzanas para abastecer al mercado con variedades como la Emilia, Golden Delicius, Red Delicius y Royal Gala”.
En Ambato, las parroquias Pinllo, Huachi y Montalvo, son los últimos bastiones de la fruta. En la provincia se unen los cantones Cevallos, Píllaro, Quero y Mocha. En Mocha, Inés Freire, tiene 400 árboles de manzana que tenía en su huerto en la parroquia Yanahurco. Espera sacar 600 cajas de manzana en este año al mercado. Pero solo el 20% será de buena calidad, otro 60% de segunda y el resto de tercera y cuarta.
“El ingreso de frutas de otros países hizo que no seamos competitivos y la fruta bajó de precio en el mercado. Ahora con la aplicación de las salvaguardias, esperamos recuperarnos, pero falta apoyo estatal para mejorar los huertos y así abastecer el mercado”, señala Freire.
Cuenta que la ceniza del volcán Tungurahua, que entró en erupción en octubre de 1999 su cultivo se afectó. “Las plantaciones se están perdiendo porque la gente joven migró. Solo personas adultas se quedaron en el campo”.
En Cevallos, una parte de la población dejó la fruticultura para dedicarse a la fabricación de calzado. Según el Municipio, hace más de cinco años habían 400 hectáreas cultivables, pero se redujeron a 200. Las causas fueron las mismas. En esta urbe hay 80 almacenes y talleres.
Para innovar, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) con su programa del Buen Vivir financiará un proyecto de renovación de los huertos frutales. 90 familias de Cevallos y Montalvo participan. La inversión es de USD 293 000 y la contraparte de los agricultores de USD 830 cada uno.
Con los recursos se financiará la compra de las plantas frutales certificadas de pera, manzana y claudia. La construcción de tanques reservorios, la tecnificación del riego. Asimismo, asistencia técnica. Pero Jorge Fabara dice que eso no es suficiente, que debería reponerse el mismo número de hectáreas que desaparece cada año.
El precio de la caja de manzana en el Mercado Mayorista es USD 12 la gruesa y 8 la mediana. “El intermediario pone el precio de la fruta, es el que más gana en el mercado. Eso nos afecta porque no sacamos ni los precios de producción. El más beneficiado es el intermediario. En eso debería haber más control. Además, los valores son bajos porque dicen que la chilena es mejor y más barata”, indica Carmen Tenelema.