El centro turístico donde presuntamente ocurrió la supuesta violación fue clausurado. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
El uso de la ayahuasca (bebida alucinógena), quedó prohibido en los rituales tsáchilas hasta que no se investigue la supuesta agresión sexual de una turista, tras la toma de este brebaje. Así lo anunció Mateo Calazacón, dirigente tsáchila.
Él señaló que una turista denunció en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC), la aparente violación y enseguida el caso fue trasladado a la Policía Judicial de Santo Domingo.
Al parecer, la turista había agendado una cita con el chamán el domingo 27 de agosto del 2017, para que le realizará un ritual de sanación a ella y a su esposo. Cuando la mujer ingresó al consultorio, supuestamente ingirió la ayahuasca y el chamán habría abusado de ella.
Pero la familia del chamán niega esas acusaciones. Ellos señalan que cuando se trata de parejas, el ritual no se hace por separado y que además el tsáchila no le suministró la bebida a la turista, porque ella estaba en período de lactancia. “Nos quieren hacer daño, porque somos un centro cultural en el que los extranjeros confían. Pero estamos investigando y ya tenemos asesoría legal”, manifestó el hermano del tsáchila acusado.
Calazacón señaló que según el artículo 138 de los estatutos tsáchilas, cuando existe presunción en casos de violación o asesinato no se aplica la justicia indígena sino que el caso se traslada a la Fiscalía para que sea la justicia ordinaria, la que dictamine la culpabilidad o inocencia.
Hasta que no haya un fallo judicial, el centro cultural y turístico donde sucedió el percance fue clausurado. “Si el compañero es inocente haremos todo lo posible por limpiar su nombre y el del centro. Pero si es culpable una de las opciones es la expulsión de la nacionalidad”.
Los familiares señalaron que confían en que la verdad salga a la luz, pero que el nombre de su familiar y su reputación como poné (curandero) quedará manchado.
Hasta este 30 de agosto no se ha detenido al sospechoso, según la Fiscalía. Pero las investigaciones continúan.
Esta sería la tercera investigación que se abre a miembros de la nacionalidad tsáchila por el delito de violación, en los últimos tres años. En el 2015, dos tsáchilas fueron sentenciados por casos de tentativa de violación.