El trolebús 01 está a punto de jubilarse

En 1995, el trole 01 hizo su primer viaje con un listón rojo de adorno. La gente salió a las calles para verlo. Foto: Archivo / El Comercio

En 1995, el trole 01 hizo su primer viaje con un listón rojo de adorno. La gente salió a las calles para verlo. Foto: Archivo / El Comercio

Marco Vinicio Chancusi tiene 48 años. 19 de ellos ha trabajado en el Trole y hace 17 está a cargo de la unidad 01. Foto: Armando Prado / El Comercio

La pintura luce nueva y algunos letreros con información para el usuario también. Aun así, la huella del paso de dos décadas por la unidad 01 del Trolebús se nota en las ventanas y en algunas estructuras de los dos vagones unidos por una especie de acordeón.

Hoy, hace 23 años, el Trole 01 hizo su primer recorrido oficial por la capital. Ese domingo, Quito se volvió una fiesta. La gente salió a calles del Centro para ver pasar el novedoso bus que cambió el concepto de transporte público.

Si decidían viajar en trole, las personas ya no pagaban el pasaje a un conductor o controlador, sino que debían usar una tarjeta o depositar monedas en una máquina recaudadora, instalada en la parada fija. Ya no podían subir en cualquier lugar o bajar ‘al vuelo’ en media vía o en una esquina.

La ciudad ahora se alista para un nuevo cambio. De 1,2 millones de viajes diarios que están a cargo de la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros, el 25% dejará de viajar en los sistemas Trole o Ecovía y se movilizará en el Metro, según Mauricio Peña, gerente.

El primer trole es un Mercedes Benz modelo O405G y tiene un motor de alimentación eléctrica, que requiere de un cambio manual para usar motor auxiliar a combustible, si hay alguna emergencia. En sus inicios, este sistema transportaba a 50 000 pasajeros diarios y llegaba a la calle Esmeraldas. Se amplió hasta lab y después hasta La Y.

El lojano Alfredo Granda ha vivido 50 de sus 77 años en Quito. Recuerda que cuando se inauguró el Sistema Trolebús, la gente lo veía como novedad y antes de usarlo regularmente hacía el recorrido completo como un paseo.

En 1995, el trole 01 hizo su primer viaje con un listón rojo de adorno. La gente salió a las calles para verlo. Foto: Archivo / El Comercio

Desde hace 17 años, el bus 01 está a cargo del chofer Marco Vinicio Chancusi. Dentro de poco, el bus se jubilará para dar paso a nuevos troles con tecnología 100% eléctrica. Los pliegos de licitación para adquirir 50 nuevos troles y 20 articulados están listos. Falta que el Municipio abra el concurso para su compra, según Peña. 41 troles reemplazarán a los que saldrán de circulación y nueve reforzarán la flota. Inicialmente, el transporte municipal contaba con 46 unidades. Hoy, entre el Trole, la Ecovía y el Corredor Suroccidental suman 420, además de 600 alimentadores.

Mientras llegan los nuevos vehículos, el trolebús 01 seguirá en ruta. El jueves estuvo en la estación El Recreo, que en los años 50 era una terminal de trenes. Chancusi, su custodio, está ilusionado por los vehículos nuevos, pero también siente nostalgia “porque el vehículo y mi persona hemos sido uno. Si usted no se complementa con el carro, no puede conducirlo de forma segura”.

En 19 años de experiencia manejando troles, valora a la gente que usa el transporte público con orden y respeto. Él cree que este sistema podría mejorar si la gente saliera con tiempo en horas pico. Así bajaría la aglomeración, el principal problema de este servicio.

Cuenta que la mayoría de pasajeros “anda en apuros y se mete a la unidad aunque esté repleta”, lo que implica incomodidad e incrementa la posibilidad de situaciones de acoso o hurtos. Chancusi agrega que para mejorar el servicio sería útil potenciar las herramientas de comunicación con los usuarios y aislar al conductor de los pasajeros, en una cabina. Así se concentraría más en operar el vehículo.

Ahora está en marcha la campaña Somos Socios en el Viaje, para mejorar el servicio en las estaciones y en los buses y, de forma paralela, concienciar a la ciudadanía sobre su parte de responsabilidad.

La idea es mejorar los hábitos de la gente, como el respeto a las filas en orden de llegada y a los asientos preferenciales para grupos vulnerables. También motiva a los usuarios a cuidar los buses, que son propiedad de toda la ciudad.

Yoicy Santorum usa el Trole desde hace un año, pues antes vivía en Loja. Elige este transporte por la posibilidad de viajar más rápido, pero le afecta la incomodidad en las horas pico. En b, dice, hay menos gente, por lo tanto menos aglomeración y maltrato. Acepta que los usuarios también deben colaborar para viajar mejor.

El Sistema Trolebús, como está diseñado, está llegando al límite de su capacidad, según el consultor en movilidad Roberto Custode. La vía permite la circulación de buses en un solo carril por lado, esto lo limita. Para aumentar la capacidad operativa del corredor, se pueden sumar buses más grandes, como los biarticulados, o enviar un convoy, es decir, dos buses juntos en cada turno. Incluso así, en la ruta troncalizada del Trole no se puede agrandar las paradas, especialmente del Centro Histórico y la Villa Flora, donde la situación de espacio es más crítica.

Custode agrega que ahora es vital impulsar la integración tarifaria con una tarjeta que sirva para todos los sistemas bajo administración del Municipio, incluyendo el Metro. Se podrían planear tarifas por tiempo y trasbordos.

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