El trigo, un arma de guerra en la ciudad yemení de Hodeida

Un depósito de granos en Hodeida se ve claramente dañado por impactos de bala de alto calibre. Foto: AFP

Un depósito de granos en Hodeida se ve claramente dañado por impactos de bala de alto calibre. Foto: AFP

Un depósito de granos en Hodeida se ve severamente dañado por impactos de bala de alto calibre, en un país devastado por la hambruna. Foto: AFP

En la ciudad portuaria de Hodeida, en el oeste de Yemen, una importante reserva de trigo sigue siendo inaccesible a la población, amenazada de hambruna, a pesar de una tregua entre el gobierno y los rebeldes.

La Fábrica de Trigo del Mar Rojo alberga suficiente trigo como para alimentar a cuatro millones de personas durante un mes. Pero desde septiembre, las organizaciones humanitarias no pueden acceder a ella.

Y eso a pesar de la tregua acordada en diciembre entre los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, y el gobierno yemení, respaldado militarmente por una coalición liderada por Arabia Saudita.

La fachada del lugar, calcinada y repleta de esquirlas de obuses, muestra hasta qué punto los alimentos se han convertido en un arma de guerra en Yemen.

La fábrica de trigo, situada en la periferia este de Hodeida, estuvo controlada hasta noviembre por los hutíes. Luego las fuerzas progubernamentales apoyadas por los sauditas y por Emiratos Arabes Unidos tomaron el lugar, antes de que entrara en vigor la tregua del 18 de diciembre.

Pero según la coalición y varias ONG's la fábrica está minada.

En una visita de prensa organizada por la coalición, un periodista de AFP pudo ver a combatientes progubernamentales, entre ellos soldados sudaneses miembros de las milicias antirebeldes, examinar el lugar con detectores de metal.

Estas fuerzas temen que los rebeldes entren en el lugar para colocar explosivos.

“Queremos respetar la tregua, pero el enemigo no se comprometió a nada como puede ver”, dice un comandante yemení leal al gobierno, Mohamed Salman, desde un depósito cuyo techo está repleto de agujeros de bala.

El viernes, justo después de la visita organizada, la ONU indicó que un incendio, al parecer causado por disparos de mortero, dañó dos silos del lugar.

“La pérdida de este trigo interviene en un momento terrible”, lamentó Lisa Grande, coordinadora de la ONU para ayuda humanitaria, subrayando que “más de 20 millones de yemeníes, el 70% de la población, tiene hambre”.

Línea roja

Hodeida es el puerto de entrada de los dos tercios de las importaciones y la ayuda humanitaria internacional del país.

La tregua actual es imperfecta, violada por ambos bandos en conflicto y alcanzada para evitar una guerra total por la ciudad que podría provocar una hambruna.

El alto el fuego se alcanzó tras las presiones internacionales sobre Arabia Saudita, que cedió cuando el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi concentró la atención. El fin de la tregua podría ser no obstante sólo una cuestión de tiempo.

“Si dejamos que caiga la tregua, no habrá oportunidad para un acuerdo similar antes de mucho tiempo”, advierte el International Crisis Group. En Hodeida, entre los civiles o los militares se escucha lo mismo: “mafi hudna”, lo que quiere decir “sin tregua”.

El coronel Saeed Salmeen, comandante emiratí en la región, dijo a AFP que sus hombres respetan el alto el fuego pero que están “siempre listos” para la batalla. Advierte que la carretera costera al sur de Hodeida, esencial para aprovisionar a las tropas, es una “línea roja”.

La ONU estima que a pesar de las violaciones la tregua perdura de manera general y que las dos partes no intentaron hacer nuevas conquistas.

Pero el despliegue de fuerzas rivales, medida programada para el 7 de enero, no tuvo lugar debido a la desconfianza mutua.

Arma de guerra

“Sólo agarrandolos por el cuello [los hutíes] vendrán a la mesa de negociaciones”, afirmó a la AFP un miembro de la coalición que acusa a los rebeldes de utilizar la tregua para reforzar sus posiciones.

Otros militares de la coalición ven en la opción militar una solución.

Pero la tregua dio al Programa Mundial de Alimentos (PAM) “cierto margen de maniobra” para alcanzar los barrios del sur de Hodeida hasta ahora inaccesibles, señala a AFP su director para Yemen, Stephen Anderson.

Sin embargo 51 000 toneladas métricas de trigo, el cuarto de la capacidad de almacenamiento del PAM en Yemen, siguen atrapadas en los silos. “Intentamos entrar, pero (me dijeron que) los hutíes no nos autorizan el acceso”, declaró el jefe del PAM David Beasley en una entrevista en Davos (Suiza).

“La Fabrica de Trigo del Mar Rojo se utiliza como moneda de cambio para todas las partes para alcanzar sus objetivos políticos”, estima Wesam Qaid, director de Small and Micro Enterprise Promotion Service, una ONG yemení.

“El que controle las instalaciones podrá decidir a quién alimentar, se convirtió en un arma” de guerra, asegura.

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