Tres nudos críticos tiene el proyecto de Tribunal de Cuentas

El contralor Pablo Celi y el presidente Lenín Moreno, durante la inauguración del evento.

El contralor Pablo Celi y el presidente Lenín Moreno, durante la inauguración del evento.

El contralor Pablo Celi y el presidente Lenín Moreno, durante la inauguración del evento. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

La propuesta de crear un Tribunal de Cuentas que reemplace a la Contraloría General del Estado debe superar por lo menos tres puntos cruciales para que pueda concretarse.

El primero tiene que ver con la vía legal para lograr ese objetivo: a través de una enmienda constitucional o con una derogatoria a la Ley de la Contraloría y la redacción de una nueva.

Pablo Dávila, integrante del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio, señala que se trata de “dos cuerdas separadas” sobre las cuáles se necesita trabajar.

Sin embargo, la ministra del Interior y secretaria encargada de la Política, María Paula Romo, cree que no se necesita reformar la Carta Magna porque las funciones del Tribunal no se apartarán de las que actualmente tiene el ente de control.

Pero lo de las competencias que tendrá el nuevo ente es el segundo punto que mayor debate genera entre las autoridades, junto con el mecanismo para la conformación del Tribunal de Cuentas, en tercer orden.

“Usted sabe que donde hay dos abogados puede haber cuatro opiniones, por eso esto tiene que ser parte de una discusión más profunda”, reconoce Romo.

La discusión del tema recobró ayer vigencia, durante la inauguración del seminario internacional Tribunales de Cuentas y Control Público en Quito.

El evento reúne hasta este viernes 22 de febrero de 2019 en la Universidad Andina a presidentes y ministros de tribunales de cuentas y auditorías nacionales de Argentina, Brasil, Uruguay, México, El Salvador, Honduras y República Dominicana. También de España, Francia, Italia, Portugal y Arabia Saudita.

José Manuel Suárez, presidente de la sección de enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas de España, señala que “en los sistemas anglosajones es lo normal” que haya un solo Contralor, pero considera que, a su juicio, es más adecuado no concentrar esta responsabilidad en una sola persona.

“Creo que es mejor un sistema colegiado, de varios miembros, porque ponen común experiencias, debaten entre ellos, y luego se reúnen para aprobar la decisión correspondiente de control del Gobierno o de la municipalidad”, expresa.

Hugo Álvarez, presidente de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, recomienda a Ecuador que el Tribunal tenga dos cámaras: una para asuntos administrativos y otra para asuntos jurisdiccionales. Esto para evitar que se convierta en un órgano “juez y parte”.

La inauguración del seminario fue en la sede de la Cancillería. Hasta allí acudieron el presidente Lenín Moreno; el titular del Consejo de Participación, Julio César Trujillo; la presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, y el contralor Pablo Celi, quienes acordaron tratar el tema como una prioridad para el país.

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