Al menos tres proyectos de generación con una potencia total de 101,56 MW que debían entrar a operar entre 2008 y 2011 se encuentran paralizados.
Conflictos con las comunidades que los rodean y falta de cumplimiento de las empresas que firmaron los contratos para su ejecución, son las principales causas para que estas centrales no avancen en su construcción y operación.
Uno de ellos es el proyecto hidroeléctrico Angamarca, en la provincia del Cotopaxi con una potencia de 75 MW.
Según el Conelec, la obra estaba a cargo de la empresa Produaustro S.A. No obstante, al momento, la construcción se encuentra paralizada debido a que se requiere la sentencia de la Senagua, con relación a la concesión de uso de agua, pues fue impugnada por el prefecto de Cotopaxi, César Umajinga. Estaba previsto que inicie su operación en 2011.
Otra obra detenida es el proyecto eólico Villonaco, de 15 MW, ubicado en Loja. Este debía iniciar su operación en diciembre de 2008.
Aunque ha sido considerado como prioritario, existen asuntos legales que se está resolviendo con el objeto de que sea ejecutado por el Estado, ya que actualmente estaba concesionado a una empresa privada, que incumplió su contrato y nunca inició las obras, según el Conelec.
Un cuarto proyecto, la central hidroeléctrica Chorrillos, con una potencia cercana a 4 MW, aunque reporta un avance de 40% de construcción tiene un retraso en su entrega ya que estaba previsto que entre en operación en diciembre de 2008.
Sin embargo, tuvo un fuerte retraso por falta de financimiento de la empresa Hidrozamora pero fue absorbido por el Estado y se estima que opere en 2012.