Redacción Negocios
El viento golpea con fuerza los plásticos que todavía cubren los invernaderos de rosas. Se ven deteriorados y rotos y muchos yacen en el suelo rodeados de hierba. El lugar se ve abandonado…
De las 13 hectáreas de rosales, 3,5 fueron reemplazadas con sembríos de alcachofas, cuyo verdor imprime un toque de esperanza a esta florícola llamada San Nicolás Faex, en Cotacachi.
Las adquisiciones
San Nicolás fue comprada con un crédito de la Corporación Financiera Nacional, cuando era banca de segundo piso.
Los anteriores dueños de La Martina y Enchanted tenían deudas con el Banco del Pacífico y la CFN, respectivamente. En 2007, Santiago Yépez asume estas deudas y de esta forma se convierte en propietario.
A raíz de la incautación de las tres plantaciones, Yépez dejó de pagar las deudas y se corre el riesgo de que sean embargadas.El 24 de septiembre de 2008, esta planta y otras dos fincas de rosas (La Martina y Enchanted) fueron incautadas por el ex gerente de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), Carlos Bravo.
Estas tres propiedades fueron vinculadas con Paulina Peñafiel, hermana del principal accionista del Banco de Préstamos en liquidación, Alejandro Peñafiel. Desde entonces, la jornada laboral de un centenar de trabajadores se llenó de incertidumbre.
“Los invernaderos están destrozados, las plantas descuidadas y enfermas, no hay ni gente, trabajamos sobre nuestra capacidad”, exclama Libia Yépez, quien trabaja en la cosecha de rosas.
De las 160 personas que trabajaban antes de la incautación, hoy quedan 105, dice Édgar Bracho, jefe de personal de la finca.
Hace cuatro meses no se pagan aportes al Seguro Social ni fondos de reserva, ya no cuentan con el servicio de comisariato municipal y de AKI y los salarios llegan con atrasos, añade Bracho.
En la entrada de la florícola el personal se agrupa con un solo pedido: saber qué pasará con su situación, hasta que la AGD defina en qué manos quedará San Nicolás. Ese mismo pedido se repite en las otras dos florícolas.
Tras la incautación, la AGD nombró a Esteban Garzón como administrador de las tres plantaciones. Sin embargo, por disposición de la AGD, Garzón debía coadministrar con Santiago Yépez, esposo de Paulina Peñafiel y principal accionista, según la Superintendencia de Compañías.
Juan Carlos Villa, gerente técnico de la planta, explica que con la coadministración se mantuvo regularidad en los procesos.
Aunque a más de la incautación tuvieron que afrontar la caída de la demanda de rosas del exterior, por efecto de la crisis económica y una menor oferta por el intenso calor y el deterioro de los invernaderos. En San Nicolás, por ejemplo, antes de la incautación y de la crisis se producía 1,2 millones de tallos mensuales, ahora llegan a los 800 000, cuenta Villa.
En enero de 2009, Garzón fue removido y reemplazado por Jorge Navarrete, quien dejó el cargo a mediados de este año. Durante todo este tiempo y hasta la fecha, Yépez mantiene la dirección administrativa y financiera de las plantaciones.
Según explica, hace 13 años adquirió San Nicolás con su esposa, su cuñada María Fernanda y el marido, pero ahora el paquete accionario es de él y de sus hijos.
Aclara que mantiene separación de bienes con su esposa e insiste que San Nicolás no se compró con el dinero de su cuñado ni del Banco de Préstamos.
El 17 de noviembre de 2008, Fernando Yépez, director financiero (e) de la AGD, certificó mediante oficios que Yépez, su esposa, sus dos hijos y su cuñada no tienen deudas con esta institución.
El 4 de noviembre pasado, en cambio, el liquidador del Banco de Préstamos, Antonio Buñay, certificó que no se encontró registro de que Paulina Peñafiel ejerció el cargo de vocal principal del Directorio de este banco cerrado.
Este Diario pidió a Garzón, quien retomó la administración de las fincas, una entrevista sobre su gestión en las florícolas, pero informó que no está autorizado para hablar y que se lo haga a través de Comunicación de la AGD.
Se envió un cuestionario de 13 preguntas por correo eléctrónico y la respuesta fue que la “AGD no responderá al pedido”.
El 27 de octubre pasado, Garzón visitó San Nicolás para notificar que la empresa ya es de propiedad del Estado y que la AGD tomará el control total, al igual que en La Martina y Enchanted.
Y la situación empeoró. “…No sabemos quién está a cargo, los proveedores se retiran, la materia prima no llega a tiempo. En poscosecha se trabaja con materiales a remiendos”, dijo Alberto de la Torre, trabajador de San Nicolás.