En los sectores comerciales y financieros, los parqueaderos tienen alta demanda por lo que se usan sitios prohibidos. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Primera escena: carros estacionados sobre las veredas y a los lados de los parterres. Segunda escena: unos vehículos exceden los límites moderados de velocidad. Tercera escena: conductores no respetan las señales de los agentes de tránsito. Esta obra se llama las principales infracciones registradas en la urbe.
Desde el 2010 hasta este año, las tres infracciones registran un incremento principalmente del 2014 al 2015, según datos proporcionados por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). En el 2016, las cifras se mantienen.
Hace unas semanas, Manuel Fueres recibió una sanción por no obedecer a un agente de tránsito. “No me di cuenta que me pidió que me estacionara”, relató. Ahora, tiene que pagar una multa de USD 109,8.
Otra sancionada fue Elsa Soto, de Los Chillos.
Ella excedió los límites de velocidad permitidos. Recordó que un fotorradar instalado en la av. Simón Bolívar le tomó una foto. Tiene que cancelar USD 366.
Pero, ¿cuáles son las razones para que estas infracciones se conviertan en las principales en la ciudad? Según expertos en movilidad, la falta de educación vial, el desconocimiento y la señalética son algunas razones para que los conductores incumplan la ley. Se suma la falta de conciencia y el irrespeto en las calles y avenidas.
Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio de Movilidad, explicó que estas infracciones responden a que los conductores no cuentan con la destreza y el conocimiento necesario para transitar en las vías. “Hay conductores que por desconocimiento no tienen la pericia necesaria para responder ante una situación determinada”, señaló.
Una de las recomendaciones prácticas que hizo el encargado del Observatorio es que se haga una reclasificación de las personas que tienen licencia de conducir.
“Todos deberíamos regresar a las escuelas. Es una alternativa necesaria para evaluar las condiciones en las que se recibió la licencia de conducir”, explicó.
Una situación que destacó el experto es que las autoridades han desplegado una serie de acciones de carácter punitivo pero se ha descuidado la educación vial. “Se aumentó el número de agentes de tránsito y las sanciones son más drásticas. Pero no se han generado mensajes claros en términos de convivencia vial”, apuntó.
Otra recomendación es que se revisen los parámetros que se utilizaron para establecer, por ejemplo, los límites de velocidad. Así lo indicó Mario Villagómez, catedrático universitario y experto en temas de movilidad. “La duda es si se realizaron estudios para determinar que en tal o cual vía los vehículos tienen que circular a una velocidad determinada. Hay que revisarlos”, indicó.
En esto coincidió César Arias, otro experto.
“Hay que hacer estudios para conocer la situación real en las vías. Estas señales deberían ser aliadas del conductor por lo que deben tener una razón técnica”.
La movilidad es un tema que aún debe trabajarse en la urbe. El reto de las autoridades municipales es pensar en un plan de movilidad integral, que incluya acciones encaminadas a mejorar las condiciones de tránsito en las vías como más sitios de estacionamiento, mejor señalética y una educación vial de calidad, expresaron.
¿Y el pico y placa?
En una evaluación que realizó el Observatorio de Movilidad, otra infracción importante se da por la medida pico y placa. En 2015 se registró un promedio de 51 803 vehículos sancionados. Según Buendía, es una de las primeras infracciones en las calles de la capital, ya que es una medida que se aplica cinco de siete días y en dos horarios específicos: mañana y tarde.
En total son seis horas y hay una cantidad importante de infractores.
Para Buendía, el pico y placa se planteó como una medida para restar el uso del vehículo particular. Pero no se lo hizo de forma integral. “Se descuidó temas como las mejoras en el transporte público masivo. La medida resulta sin efecto. Debe suspenderse”, aseguró.
En contexto
La educación vial y la conciencia de los conductores son las dos recomendaciones que realizan expertos en movilidad para evitar que las infracciones aumenten; al igual que los accidentes. Además se busca que la convivencia en las vías sea armónica.