Redacción Negocios
En 30 años el país transitó por el modelo cepalino, neoliberal y hoy está enfrascado en una búsqueda de equidad entre Estado y mercado, pero con un corte más cercano al socialismo.
En los sesenta, al igual que en el resto de Latinoamérica, tomó fuerza el modelo de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
El Sucre
124 años han transcurrido desde la creación del sucre. 4,1 billones de sucres en depósitos se congelaron en el feriado bancario.
Este esquema planteaba el paso de una sociedad agrícola a una industrial bajo la sustitución de importaciones.
En aquel entonces los gobiernos se esforzaban por mantener el gasto ante un marcado descenso tributario.
Tras una década, en los setenta, el modelo económico se basó en el ingreso de divisas petroleras, mantuvo fijo el tipo de cambio en 25 sucres por dólar.
Y su enfoque se inclinó más hacia el neoliberalismo, tan criticado por el actual Gobierno, pues se sustentó en las reformas de los multilaterales.
Estos organismos auparon la necesidad de que los países accedan a créditos y recorten los subsidios.
Ya en los ochenta, la fortaleza de este modelo empezó a resquebrajarse llevando al país a excederse en su capacidad de endeudamiento (crisis de deuda). El tipo de cambio fijo, gradual o de bandas fue principal herramienta para estabilizar los desequilibrios externos y el índice inflacionario.
Una política económica sana es primordial. No podemos entrar a dolarización o convertibilidad con déficit de balanza de pagos y fiscal.
Walter Spurrier
Analista financieroLa caída del precio del barril de crudo de USD 25,90 a 12, 50 y la suspensión de las exportaciones petroleras generaron el derrumbe de las exportaciones en un 30%, entre junio de 1985 y 1986. A esto se sumó la mayor devaluación de la moneda anual (145%).
Mientras en junio de 1987 se cotizaba en 189 sucres por dólar, un año después, en junio de 1988 subió a 463.
Fue ‘la década perdida’. En los noventa, se rebusteció el concepto de modernización del Estado, basada en las privatizaciones, y los ajustes continuaron.
Desde 1992 el Ecuador asumió estrictos planes de estabilización, que buscaban mantener una relación coherente entre las reservas internacionales y la base monetaria (circulante).
Sin embargo, para 1996-1997 la devaluación del sucre empezó a preocupar nuevamente. Para mediados de 1998, la falta de dólares por la disminución del crédito externo y la baja de las exportaciones hizo que el modelo económico se tornara insostenible.
El Banco Central quiso controlar el tipo de cambio con la venta de dólares de la Reserva que cayó en USD 600 millones, de junio de 1998 a junio de 1999.
Pero para junio de 1999 el sucre ya se devaluó en 109%, segundo porcentaje más elevado desde junio de 1988.
El 8 de marzo de 1999 se anunció el feriado bancario, único en la historia del Ecuador, pero pese a que se planificó para un día se extendió a una semana, convirtiéndose en la peor ‘pesadilla’ de los depositantes.
La medida adoptada por Jamil Mahuad, para detener la crisis financiera fue calificada como impular y una de las causas de su derrocamiento.
Junto con el debilitamiento del sucre, esta crisis develó cómo los banqueros entregaban créditos vinculados a sus accionistas, administradores y parientes. La Ley de Instituciones Financieras de 1994 permitió que hasta el 60% del patrimonio técnico se concediera a este tipo de préstamos.
Pero pese a que desde 1994 hasta 1998 ya habían cerrado cuatro bancos y siete financieras, el problema de los bancos aún no tocaba fondo.
El 25 de agosto de 1998, cuando se declaró en insolvencia al Banco del Progreso, recién se sintió que la banca estaba en serios problemas.
El nerviosismo se apoderó de miles de ecuatorianos que corrían a los bancos a sacar sus ahorros.
La crisis de la banca dejó 33 entidades financieras en quiebra, cuyos procesos de liquidación hasta hoy no se han cerrado. El actual Mandatario, Rafael Correa, puso diciembre como plazo máximo para cerrar este capítulo.
Para 2000, la demanda por obtener dólares era tal que en un día el dólar se cotizó a 18 000 sucres.
La cotización no se pudo contener más y se dejó al libre juego de la oferta y la demanda mediante la flotación.
El país mostraba indicadores macroeconómicos negativos y se empezaron a sentir los efectos de las crisis financiera asiática, rusa y brasileña.
Fue entonces que el país dejó atrás al sucre y adoptó la dolarización para darle un respiro a la economía. Pero no evitó que miles de ecuatorianos quedaran en el desempleo y migraran, principalmente, a España y EE.UU.
Desde entonces hasta ahora las crisis internas y externas no dejan de golpear al país que entró en un modelo, que no termina de entenderse a dónde va…
‘La dolarización no dio los resultados esperados en la economía’
Fidel Márquez Sánchez, rector de la Universidad Tecnológica Ecotec
Para hablar de la dolarización, en primer lugar, hay que recordar el contexto económico en que se encontraba el país y la repercusión que tuvo la crisis de 1998 a 2000. En la crisis, la convergencia de factores internos y externos resultó en una caída del Producto Interno Bruto (PIB) para algunos sectores del 26%; oficialmente se habla del 7%.
Los efectos negativos de los fenómenos climáticos El Niño y La Niña, que fueron responsables de daños en la infraestructura por más de USD 2 000 millones, sumados a la caída de los precios del crudo y a la emisión inorgánica de moneda, fueron el detonante para la gran debacle del sistema bancario, con el cierre de 15 entidades. Los resultados que se esperaban al adoptar la dolarización se pueden resumir en: control de la inflación, disminución de los déficits fiscales, eliminación de las devaluaciones, bajas tasas de interés y recuperación de la producción en el mediano plazo, desde un punto de vista macroeconómico.
Mientras que las expectativas en el ámbito empresarial eran: una nueva planeación estratégica, contemplando la posibilidad de estimar escenarios de mayor plazo, nuevas políticas de inventario y su rotación, plazos promedios de cartera, evaluar la conveniencia del endeudamiento ante proveedores, nuevas políticas salariales y una búsqueda de escudos fiscales ante una potencial elevación de la agresividad fiscal.
Pero estos resultados que se esperaban no fueron alcanzados en su totalidad, porque no se tomaron las medidas necesarias que permitan apuntalar el esquema monetario, entre las cuales se encuentran: una Ley de estímulo al inversionista nacional y a la inversión extranjera; una reforma tributaria que simplifique y aumente la eficiencia tributaria y la prohibición de emisión monetaria por parte del Banco Central.
EL COMERCIO lo dijo…
La Junta Bancaria decidió el feriado
En marzo de 1999 se congelaron los depósitos
El 8 de marzo de 1999, el país amaneció con una noticia: la Junta Bancaria declaró un feriado bancario y, esa misma noche, decidió extenderlo indefinidamente.
El propósito de la medida era prevenir los retiros de depósitos, preservar la reserva monetaria internacional, limitar la inestabilidad del mercado cambiario y de los precios.
El cierre bancario afectó a la actividad económica del país: el sector comercial no trabajó con normalidad, las bolsas de valores no operaron y la Aduana no pudo dar paso a las importaciones nacionales.
Esa situación se prolongó una semana, hasta que el 15 de marzo las autoridades bancarias congelaron los depósitos en el sector financiero.
Los usuarios no pudieron retirar el 50% de los depósitos de sus cuentas corrientes y de ahorros en sucres, mientras que para las cuentas corrientes en dólares el congelamiento fue del 100%.
La medida se extendió, incluso, hasta diciembre de 2009, cuando muchas entidades financieras aún no habían descongelado sus depósitos en dólares. En marzo de 2000 aún se hablaba de un cronograma para descongelar los depósitos en algunas entidades.
Estas medidas no impidieron el cierre de entidades financieras y miles de ciudadanos perdieron sus ahorros.
El Progreso dejó miles de perjudicados
720 000 clientes perdieron sus ahorros
El Banco del Progreso, que hoy continúa en liquidación, quebró el 22 de marzo de 1999, cuando lo cerró su presidente, Fernando Aspiazu, perjudicando a más de 720 000 clientes.
Ese día el entonces banquero convocó a una marcha donde participaron miles de guayaquileños, con el entonces alcalde León Febres Cordero a la cabeza. Aspiazu exigía USD 300 millones adicionales a los USD 800 millones que ya había recibido del Estado.
Este apoyo del Banco Central fue criticado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual advirtió que sería demasiado costoso para el país.
El entonces mandatario, Jamil Mahuad, anunció a las 18:00 de ese día que el Progreso no iría a saneamiento sino a una reestructuración.
Mahuad dio un plazo de 45 días, hasta el 4 de mayo de 1999, para capitalizar el banco. Aunque el plazo se extendió, Aspiazu no logró capitalizar a la entidad. El Banco del Progreso cerró definitivamente el 13 de julio y entró a saneamiento en la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). La causa de la quiebra fue la concentración de créditos en empresas vinculadas que en muchos casos eran fantasma.
Aspiazu fue sentenciado en 2000 por peculado, retención de fondos de Petrocomercial, entre otros delitos.
Jamil Mahuad decretó la dolarización
El 21 de enero de 2000 fue derrocado
El 9 de enero de 2000, el entonces presidente de la República, Jamil Mahuad, anunció que el país asumirá un nuevo esquema monetario: la dolarización.
Después de un fin de semana de largas y tensas reuniones con militares, autoridades económicas y el Gabinete, el ex Mandatario hizo el anuncio la noche del domingo 9 de enero en una cadena nacional.
El propósito de la medida era revertir la profunda crisis económica en la que estaba sumido el país y acallar así las protestas por el feriado bancario y las voces que pedían la renuncia de Mahuad.
El ex presidente dijo que el esquema se estudiaba desde hace dos meses y era la salida más conveniente para que Ecuador saliera de la crisis.
En esa semana, el Régimen convocó a un período extraordinario de reuniones del Directorio del Banco Central, para implementar la medida.
Mahuad estableció, además, que los bancos abiertos devuelvan los depósitos de hasta 100 millones de sucres a sus clientes a partir de marzo.
Finalmente la dolarización fue aprobada el 9 de enero por el Directorio del Central, con un tipo de cambio que se fijó en 25 000 sucres.
Sin embargo, el descontento popular siguió y dos semanas después, el 21 de enero, Jamil Mahuad fue derrocado.
1979-2009 Los hechos que marcaron la historia económica en los últimos 30 años
14 de marzo 1979
La deuda externa ecuatoriana sumó 60 000 mil millones de sucres (USD 2 400 millones).
1 de octubre de 1980
Se establecieron las 40 horas de trabajo semanales.
23 de octubre de 1981
La banca reveló desencaje de 481,3 millones de sucres.
7 de abril de 1982
Ecuador aprobó contrató de crédito por USD 500 millones.
12 de febrero de 1983
El Gobierno refinanció (sucretizó) la deuda externa privada.
16 de octubre de 1984
La Junta Monetaria amplió los plazos de pago de la deuda.
25 de abril de 1985
Ecuador obtuvo un refinanciamiento de la deuda con el Club de París por USD 450 millones.
13 de febrero de 1987
El país incumplió el pago de la deuda por falta de dinero.
16 de septiembre 1989
Rodrigo Borja logró condonación parcial de la deuda.
6 de mayo de 1994
Se redujo en 45% el capital de la deuda y el 20% de intereses.
14 de mayo de 1996
El Banco Continental pasó a manos del Banco Central.
8 de marzo de 1999
La Junta Bancaria decidió declarar un feriado bancario que se extendió a una semana.
9 de enero de 2000
Jamil Mahuad anunció la entrada a la dolarización.
7 de mayo de 2008
Cerró la Mutualista Benalcázar por insolvencia.
9 de julio de 2008
Los bienes de los ex socios de Filanbanco fueron incautados.
12 de junio de 2009
Ecuador retiró USD 2 920,2 millones del mercado, por considerar deuda ilegal e ilegítima.