Para las protestas de este miércoles 14 de abril del 2021 se unieron los transportistas, mineros, dirigentes y vecinos de los barrios aledaños, quienes llegaron con carteles, banderas y pitos. Foto: Julio Estrella / El Comercio
Un grupo de volqueteros cerró hoy, miércoles 14 de abril del 2021, el paso en el peaje de San Alfonso de la Vía al Antisana de Píntag, una parroquia de aproximadamente 20 000 habitantes localizada al oriente del Distrito Metropolitano de Quito.
Esa carretera tiene 5,5 kilómetros de longitud y conecta a los barrios de San Alfonso, Verdepamba y El Chorro con el control pétreo de las minas y canteras que funcionan en el sector. Tiene más de 20 años de existencia y se encuentra en malas condiciones.
La última vez que se intervino allí fue hace 15 años, cuentan los vecinos. En la actualidad, hay cientos de baches cuya profundidad alcanzan los 10 centímetros en época de lluvias. Los carros se movilizan con dificultad y los bordes de la ruta están carcomidos. Las cunetas están rotas, con tierra y maleza.
Los choferes protestaron porque el peaje es manejado por el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Píntag y la vía está deteriorada. Solicitaron que el Gobierno de Pichincha se encargue de gestionar el punto de recaudación y del mantenimiento. “Los recursos generados por el peaje también deben ser destinados al mantenimiento de las calles de los vecindarios”, manifestó Álvaro Zimba, presidente de los 12 barrios del sureste de Píntag.
Los manifestantes se quejaron que las volquetas de un eje pagan USD 3 y las de dos ejes 5 dólares. “¿Dónde está ese dinero?”, cuestionó Zimba.
Para Edgar Toapanta, presidente de la Asociación de Transporte Pesado en Volquetas y Maquinarias, las condiciones de la vía son terribles y hay indignación porque los vehículos se destruyen. “Queremos que las competencias pasen al Concejo Provincial (…) Desconocemos lo que ocurre con el dinero del peaje”.
Para las protestas de hoy se unieron los transportistas, mineros, dirigentes y vecinos de los barrios aledaños, quienes llegaron con carteles, banderas y pitos.
Javier Altamirano, vocero de esa organización, contó que ya alertaron a la Alcaldía de Quito sobre lo que sucede y también se envió un oficio a la Junta Parroquial para conocer la situación de la vía. “Se hizo un bacheo, pero necesitamos el traspaso de competencias al Gobierno de Pichincha. Aquí hay mucho malestar”.
Los manifestantes se quejaron por el mantenimiento de la vía. Foto: Julio Estrella / El Comercio
La mañana de hoy, Altamirano tenía previsto acudir a la Contraloría para solicitar que se realice una auditoría del peaje y conocer qué se hace con los fondos recaudados.
Gabriel Noroña, presidente del GAD de Píntag, aclaró que no existe un peaje en la vía al Antisana, sino un control pétreo únicamente a los vehículos pesados que transportan los materiales que se extraen de las canteras y minas; los vehículos pequeños pueden circular libremente. Es una especie de contribución por el daño ambiental que se provoca en la zona.
Además, la Junta Parroquial no tiene las competencias para construir vías o hacer intervenciones. “Solo podemos dar mantenimiento que consiste en un bacheo, limpieza de la vía y nada más”.
A su juicio, entre los transportistas no hay conciencia y sobrecargan las volquetas de material, lo cual provoca daños en la carretera y accidentes. El funcionario explicó que se ha trabajado con la Prefectura de Pichincha para realizar una intervención.
También se entregaron los documentos a la Contraloría para transparentar los recursos que ingresan en el control pétreo que son USD 400 diarios. Ese dinero -expresó Noroña- se ha invertido en obras que se enmarcan dentro de sus competencias. “No podemos intervenir en vía principales, sino en caminos vecinales desde el centro de la parroquia hacia las comunidades lejanas”.
Se ha hecho un mejoramiento con asfalto caliente con una inversión de USD 400 mil desde el año 2019, informó el funcionario.