Redacción Loja
Los transportistas organizados de Loja dieron una tregua de ocho días al Concejo Cantonal para que analice su pedido de controlar al servicio ejecutivo.
Por ello, ayer hubo normalidad en el servicio de transporte. El martes pasado, varias autoridades, entre ellas el alcalde, Jorge Bailón, y el subsecretario de la región Sur de la Senplades, Marcelo Torres, dialogaron con los choferes. Estos últimos cerraron, ese día, las principales calles de la ciudad.
Dentro del plazo estipulado por los transportistas, el Concejo lojano deberá resolver sobre el incremento de la tarifa a los 13 000 estudiantes de la Universidad Nacional de Loja. Actualmente, pagan una tarifa diferenciada de USD 0,15
También deberá resolver sobre el control al taxi ejecutivo. Los transportistas piden que solo se permita el trabajo de los 302 vehículos que, según un estudio técnico, pueden ofrecer ese servicio.
Jorge Rodríguez, presidente de la Unión de Taxistas de Loja, asegura que por la ciudad circulan 1 200 unidades legalizadas y unas 900 sin permiso.
A pesar de la protesta de los transportistas, en Loja hay personas que defienden al servicio ejecutivo. Según Zoila Palomino, del barrio Obrapía, con estas unidades se regularon algunas tarifas. “Antes a mi barrio cobraban USD 3 y ahora USD 2”, comenta.
Los representantes del transporte público amenazaron con bloquear otra vez la ciudad, si el Concejo no toma medidas.
Un pedido puntual
Los dueños de los buses quieren que el Cabildo despida a Wilson Jaramillo, jefe de la Unidad Municipal de Transporte de Loja. Consideran que él ha restringido el diálogo con el Municipio.
Jaramillo se mantiene en esas funciones preparando los informes para que el Cabildo analice las peticiones.
Según los choferes, el cobro de la tarifa diferenciada para los estudiantes universitarios les deja pérdidas.