Con una marcha pacífica, el lunes 22 de junio de 2015, los transportistas urbanos de Cuenca pedirán al Municipio la revisión de tarifas. La medida se tomó luego de varias solicitudes del gremio, que asegura no tener los ingresos adecuados con el pasaje vigente de 25 centavos.
La marcha saldrá a las 09:00 del parque de San Blas y recorrerá la calle Bolívar hasta llegar al parque Calderón, en el centro de Cuenca. Los dirigentes del gremio anticiparon que eso no interrumpirá el servicio, pero en caso de no ser escuchados por las autoridades municipales tomarán otras medidas. También reducirán el número de frecuencias, lo que en la actualidad ya es un problema del servicio.
A ellos se sumarán otros gremios con sus propias peticiones. Los taxistas, los transportistas livianos y los propietarios de buses y busetas escolares. Ellos exigen un mayor control al transporte informal y el cobro unificado de patentes municipales.
En Cuenca operan 475 buses urbanos, cada una recibía un bono de USD 600 del Estado, que cubría la media tarifa de estudiantes, tercera edad y personas con discapacidad. Para asumir ese subsidio, el Municipio cuencano requiere al menos USD 3,4 millones anuales, por lo que las autoridades buscan otras alternativas.
Los transportistas argumentan que con el retiro del subsidio que recibían hasta el año pasado, los ingresos disminuyen y los gastos operativos se complican. Según el presidente de la Cámara de Transporte, Wilmer Bravo, la vida útil de las unidades está por terminar y es necesario un cambio, además hay buses que están dañados y su reparación es costosa.
Los choferes piden que se establezca una tarifa de 42 centavos, en base a un estudio elaborado por ellos. Sin embargo, el alcalde de la ciudad, Marcelo Cabrera, anunció que no habrá un incremento mientras no se conforme un sistema integrado de transporte y sostiene que esa decisión saldrá de un consenso ciudadano.