El transporte por 3 ríos de Esmeraldas es informal

Una lancha viaja por el río Cayapas, a la altura de Bella Aurora, en Borbón; los pasajeros van sin chalecos salvavidas. Foto: Marcel Bonilla/EL COMERCIO

Una lancha viaja por el río Cayapas, a la altura de Bella Aurora, en Borbón; los pasajeros van sin chalecos salvavidas. Foto: Marcel Bonilla/EL COMERCIO

Una lancha viaja por el río Cayapas, a la altura de Bella Aurora, en Borbón; los pasajeros van sin chalecos salvavidas. Foto: Marcel Bonilla/EL COMERCIO

La transportación fluvial en la mayoría de comunidades del norte y centro de la provincia de Esmeraldas se realiza irrespetando las normas de seguridad. En esas zonas, los ríos son la única vía de acceso.

Esta situación pone en riesgo la vida de cientos de personas que viajan a diario hacia las poblaciones asentadas en tramos de los ríos Cayapas, Ónzole y Santiago, en el norte. Quienes ofrecen el servicio no entregan chalecos salvavidas ni tampoco dan recomendaciones de seguridad previo al viaje.

En el muelle de Borbón, cantón Eloy Alfaro, acoderan 40 lanchas que dan este servicio. Cada una es para 20 personas. Además hay un retén de la Armada, con siete marinos. Para recorrer el río en las lanchas no es necesario comprar boletos, solo se aborda el navío de madera, se toma asiento y se espera a que la embarcación zarpe.

Antes de llegar a cada uno de los 40 muelles, ubicados a lo largo de los tres ríos, el motorista para la lancha para cobrar el pasaje. Los lancheros no están organizados en cooperativas de transporte fluvial.

Un subregistro de la Jefatura Política de Eloy Alfaro señala que unas 500 personas viajan diariamente por los ríos del cantón Eloy Alfaro, hasta las 150 comunidades afro y chachi.

El 90% de las lanchas que operan no está matriculado, no tiene zarpe (documento para navegar) y sus motores fuera de borda no son troquelados (código de seguridad en caso de robo), como establece la Armada. Algunos dueños de lanchas señalan que el trámite se hace en San Lorenzo, lo que se complica por la distancia ya que está a dos horas en lancha.

“La informalidad en el transporte fluvial por los ríos de Esmeraldas es uno de los problemas que debe ser resuelto por los alcaldes y presidentes de juntas parroquiales con la ayuda de la Armada”, dice Richard Mina, exalcalde de Eloy Alfaro.

En ese cantón, 10 de 15 parroquias están en las cabeceras de los ríos. Uno de los más peligrosos es el río Santiago, donde se han registrado siniestros sin víctimas mortales. No hay datos oficiales.

Mariana Quintero, habitante de la comunidad San Miguel, en el Alto Cayapas, dice que cuando pasan otras canoas a gran velocidad, temen porque las olas pueden hundir las lanchas que van cargadas de mercaderías y pasajeros. Ella viaja cada semana de San Miguel a Borbón. Lo hace con sus tres hijos de 3, 5 y 9 años.

Saí Mina, uno de los transportistas, dice que un familiar le enseñó a conducir la embarcación, para que le ayude en los viajes de Borbón a Limones. Tiene 20 años en ese trabajo y cuenta que los pasajeros se resisten a usar chalecos.

El jefe del Retén Naval de Borbón, Luis Díaz, asegura que sí se exige que las personas usen el chaleco, pero no tiene colaboración de los dueños de las embarcaciones. Incluso son groseros cuando se les pide que cumplan las normas.

Mientras, el jefe político del cantón Eloy Alfaro, Moisés Quiñónez, cree que es el momento para que la Armada haga controles y demande a los dueños de embarcaciones las seguridades para los pasajeros.

La propuesta es que, en los cuatro retenes navales, que están en San Lorenzo y Eloy Alfaro, se intensifique el control marítimo y fluvial para el uso de chalecos y se prepare a los dueños de lanchas.

A través de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Eloy Alfaro se trabaja en una ordenanza, como marco regulatorio para las embarcaciones dedicadas al transporte fluvial, explica Carlos Quiñónez, responsable de esa área.

En el caso de San Lorenzo, la Dirección de Espacios Acuáticos de la Armada (Dirmea) tiene un mayor control de las lanchas que viajan a Tumaco-Colombia. Las embarcaciones sí cuentan con documentos en regla y tienen chalecos.

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