La Agencia Metropolitana de Tránsito realiza controles de opacidad en el servicio de transporte público en Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
La Agencia Metropolitana de Tránsito realiza diariamente operativos para el control del porcentaje de opacidad que generan los vehículos en su emisión de gases. En lo que va del año se inspeccionó a 13 117 taxis, buses escolares y unidades de transporte público, así como a vehículos de carga.
Para la AMT, estos controles permiten mejorar la calidad del aire en la ciudad. Francisco Arauz, fiscalizador de la AMT, informó que del total de vehículos inspeccionados, se citó a 4 412 automotores que no cumplían con los estándares permitidos. De ellos, 156 automotores terminaron en los patios de retención por incumplir la normativa.
Arauz señaló que, de acuerdo con la norma INEN 207, los vehículos de fabricación hasta el año 1999 pueden registrar hasta un 60% de opacidad en los gases que emite. Para los vehículos del 2000 en adelante, el estándar permitido es del 50%.
En lo que respecta a los buses de transporte público, los cuales, para muchos ciudadanos son las principales fuentes de contaminación en las vías, Arauz informó que desde enero hasta la fecha, se han inspeccionado a 3 875 buses urbanos. De ellos, 1 327 fueron citados, mientras que 24 fueron detenidos en los patios de retención vehicular.
La Agencia Metropolitana de Tránsito realiza diariamente operativos para el control del porcentaje de opacidad. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Sobre los taxis, la AMT reportó 144 unidades inspeccionadas, 24 citadas y una detenida, desde enero hasta la fecha. Asimismo, en lo que respecta a los buses escolares, Arauz señaló que se controló a 1 194, se citó a 218 y se retuvo a dos unidades.
Según la AMT, en Quito existen cerca de 2 400 buses de transporte en circuitos urbanos. Dentro de estos no se contabilizan los buses que salen a los valles de Tumbaco y Los Chillos.
Los controles se realizan de forma aleatoria en la ciudad. Para esto se utiliza un aparato denominado opaciómetro que es el encargado de determinar la densidad de los gases que salen desde el tubo de escape de los vehículos.
En cada control, una sonda se introduce por el tubo de escape y uno de los agentes acelera de tres a siete veces, con la finalidad de que los gases lleguen hasta una cámara en donde atraviesa un rayo de luz. Después de esto, la máquina emite un resultado del porcentaje sobre el nivel de opacidad de la unidad.
Según Arauz, estos controles se mantendrán diariamente en toda la ciudad.
Según la AMT, en Quito existen cerca de 2 400 buses de transporte en circuitos urbanos. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO