Redacción Negocios, agencias
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La crisis fiscal de Grecia, ese pequeño país del sureste europeo, de 11,4 millones de habitantes, mantiene a toda la Unión Europea (UE) en vigilia y a Latinoamérica con la alerta amarilla encendida.
Los niveles de gasto público desbordados de la economía griega le obligaron a declararse prácticamente en quiebra y a pedir a sus hermanos europeos la ayuda urgente. Y, para evitar el contagio en países vulnerables (España, Portugal, Irlanda…), y que también empiezan a sentir las consecuencias de sus irresponsables manejos fiscales, los ministros de Finanzas de la UE decidieron ayer, casi tres meses después de desatada la ‘tragedia’ griega, brindar ayuda política, aunque no lo harán, por ahora, con dinero.
Y, aunque Grecia está al otro lado del Atlántico, América Latina mira preocupada el problema, por la incertidumbre que genera en los mercados europeos, que incluso ha empujado a la baja la relación dólar-euro. Ayer, cada euro se cotizaba en USD 1,36.
Ayer, en una cita de representantes de los Bancos Centrales de la región, realizada en Quito, se pasó revista al problema. Según César Vallejo, codirector del Banco de la República de Colombia, la situación que se vive en Europa estos días “es de cuidado y hay que estar atentos. Esperemos que las autoridades europeas tomen medidas necesarias rápidas para evitar una crisis mundial”.
Para José Félix Rivas, miembro del Directorio del Banco Central de Venezuela, “hay un desequilibrio que puede afectar los sistemas financieros. Hay que estar atentos y prender una luz amarilla para que nuestros sistemas bancarios no se afecten”.
El funcionario del Banco Central de Brasil, Alexandre Pundek Rocha, por su parte, considera que la situación fiscal de los países del cinturón del aceite es muy delicada. Hay que tomar decisiones para evitar una crisis más seria. El mercado está nervioso y, debido a eso, los precios futuros de varios productos están en alza”.
Daniel Dominioni, gerente de Análisis Macroeconómico del Banco Central de Uruguay, afirma que “han aparecido dudas sobre si el bloque europeo sobrevivirá. Esas vacilaciones pueden generar problemas comerciales y financieros importantes”.
Puertas adentro, el director de Fedexport, Felipe Ribadeneira, cree que la tensión europea, en especial la revalorización del dólar frente al euro, debe analizarse con sumo cuidado. “Aunque no habrá una reducción drástica de las importaciones, no debemos descuidar la situación ya que dependemos de esos mercados”.
En cambio, Ignacio Pérez, presidente de Expoflores, manifestó que el problema europeo puede provocar que las flores se vuelvan más caras para los mercados de esta región. “En el peor de los casos, esto podría llevar a una reducción en las compras de flores”.
Ricardo Herrera, presidente del Grupo Visión que representa a un grupo de empacadoras de pescado, señala que “aún hay países que no salen de la recesión y los pedidos son moderados”.