Las trabajadoras sexuales del Centro Histórico de Quito protestan desde el lunes 19 de octubre en las calles de la capital. Foto: EL COMERCIO
Sí al dialogo y a una reubicación digna. Las dirigentes de las tres asociaciones que aglutinan a 229 trabajadoras sexuales del Centro están abiertas a tender un puente con las autoridades municipales, siempre y cuando se escuchen sus planteamientos.
Y para que nada se trunque, dicen, prefieren olvidar los hechos: que se detuvo a dos de sus compañeras, en medio de las protestas. Y que supuestamente, tres deberán guardar reposo médico por los golpes que recibieron durante las manifestaciones.
A esos encuentros llevarán las propuestas de las tres organizaciones (Plaza del Teatro, Santo Domingo y 24 de Mayo). Cada grupo tendrá su espacio, no quieren que en una cuadra de la calle Pichincha se coloque a todas.
Nelly Hernández, de la Asociación de las chicas de la Plaza de Santo Domingo, plantea que, para beneficio de sus 45 agremiadas, se avale su proyecto para poder ser reubicadas; es decir, ejercer su trabajo dentro del hostal Loja, lugar en el cual han trabajado por alrededor de tres años.
Alexandra Flores, presidenta de la Asociación de las chicas de la Plaza del Teatro, menciona que deben arreglar los espacios para la reubicación de 136 mujeres en la esquina de la calle Pichincha y Esmeraldas. Pero, agrega que además deben darles un lugar (hotel) para trabajar, pues “de que sirve una calle si no tienen un hotel”.
Por su parte, María Quintuña, de la Asociación de las mujeres de la 24 de Mayo, menciona que las trabajadoras sexuales de su zona suman 48 y su asociación tiene más de 50 años, por eso mismo deben ser respetadas.