Las trabajadoras sexuales llegaron a las calles donde laboran, en el Centro Histórico de Quito, y vieron que las autoridades clausuraron este jueves 9 de junio de 2022 los hostales que ocupan regularmente. Luego de la medida, las personas se desplazaron hacia la Secretaría de Seguridad del Municipio para protestar.
Allí fueron recibidas por funcionarios que les indicaron que no darían marcha atrás hasta que firmen un acuerdo de convivencia, en donde se limita el área para que laboren en ese sector de la capital. Las trabajadoras sexuales se negaron y decidieron extender sus reclamos en las zonas aledañas.
Llegaron a San Blas y cerraron el paso vehicular. Inmediatamente llegaron uniformados de la Policía Nacional y de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). La fuerza pública intentó dispersarlas por cerca de una hora.
Ana Almeida, de la Corporación Humanas que brinda asesoría a este grupo, dijo que la disposición municipal es una violación a los derechos de las personas sexoservidoras, quienes exigen su derecho a laborar. “Ellas solo quieren trabajar. Si hoy no trabajan, no comen. Tienen hijos que dependen de ellas”.
La propuesta del Municipio para trabajadoras sexuales
Una de las dirigentes, Mónica Almeida, aseguró que permanecerán en protesta y movilizaciones hasta ser escuchadas. La mujer es presidenta de una de las cuatro asociaciones que trabajan en el centro de la ciudad. Mencionó que estaban incluidas en el proceso de relocalización.
Consistía en reubicar a las trabajadoras sexuales a una cuadra de distancia de las principales plazas del sector. Además, iban a ser parte de un proceso de carnetización, a fin de que las autoridades puedan realizar controles sobre esa actividad.
Almeida califica al planteamiento como un proceso de “limpieza social” que estigmatiza el trabajo sexual. Tilda la medida de “anticonstitucional”.
Nely Hernández, presidenta de una de las asociaciones, dirigió la marcha hacia la Municipalidad. Ahí fueron recibidas por los asesores del alcalde Santiago Guarderas, según Almeida. Cerca de un centenar de trabajadoras sexuales se reunieron en los exteriores del Cabildo a la espera de sus dirigentes.