Las protestas por la muerte de Michael Brown continúan en Ferguson, Missouri. Foto: Roberto Rodríguez / EFE
Las autoridades de la pequeña ciudad estadounidense de Ferguson establecieron hoy domingo 17 de agosto un nuevo toque de queda nocturno después de que la víspera se volvieran a registrar enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que protestan por la muerte de un joven afroamericano.
El sábado, el gobernador del estado de Missouri, Jay Nixon, había decretado un toque de queda nocturno y el estado de emergencia para evitar nuevas protestas.
Según la BBC, unos 150 manifestantes se reunieron en la calle principal para protestar por el toque de queda, una semana después de la muerte a tiros por la policía del joven afroamericano Michael Brown cuando iba desarmado. La policía utilizó bombas de humo y gases lacrimógenos contra los manifestantes.
La emisora CNN informó citando a la policía que un manifestante sufrió graves heridas y su vida corre peligro. Al menos siete fueron detenidos. Los manifestantes gritaban “¡Todos somos Mike Brown! ¡Tenemos derecho a reunirnos pacíficamente!”, al tiempo que marchaban con las manos en alto por las calles de la localidad del condado de St. Louis.
El gesto se ha convertido en todo un símbolo de las protestas, después de que testigos señalaran que Brown, de 18 años, levantó sus manos antes de recibir un disparo de la policía. Desde su muerte, sobre la que han aparecido versiones contradictorias, se producen protestas en Ferguson casi a diario, que muchas noches transcurrieron de forma violenta.
El Departamento de Justicia, que interviene en las investigaciones, ordenó hoy una segunda autopsia al cuerpo de Brown. Las autoridades aseguraron que tomaron esta decisión debido a las “circunstancias extraordinarias que rodean el caso”, así como por un pedido de la familia.