Como gurú de la ‘tercera vía’, Tony Blair, en el inicio de su meteórica carrera en la política, cayó bien a los medios de comunicación.
A diferencia de su antecesor, John Major (del Partido Conservador), el miembro del Nuevo Laborismo desbordaba carisma. Con 41 años, en 1994, se había convertido en el líder más joven que ha tenido el Partido Laborista de Gran Bretaña.
Con una bien llevada campaña, consiguió el respaldo del grupo del magnate mediático Rupert Murdoch, propietario del tabloide The Sun, del diario The Times y de la cadena Sky, en 1997, cuando ganó las elecciones que le permitieron acceder a la Jefatura de Gobierno y a Downing Street, y en comicios subsiguientes.
La relación con gran parte de la prensa se enfrió a raíz del apoyo del Ejecutivo de Blair a la invasión de Iraq, que fue lanzada en marzo de 2003 por el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush. En particular, fue duro el enfrentamiento que mantuvo el líder laborista con la cadena pública británica BBC, que acusó al Gobierno de engañar al público sobre la existencia de armas de destrucción masiva en el país del dictador Saddam Hussein.
La BBC, una cadena pública que no está al servicio de los gobiernos de turno, puso en el tapete las denuncias de David Kelly, el científico al servicio del Ministerio de Defensa, que filtró las irregularidades en la elaboración del polémico informe sobre las presuntas armas de destrucción masiva en Iraq, que nunca se hallaron. El caso se complicó más con la extraña muerte del experto en armas, que se suicidó.
El asunto derivó en una pesquisa judicial que salpicó a Blair, quien debió comparecer a declarar, en agosto de 2003. Al final del proceso, el juez Brian Hutton eximió al gestor de la ‘tercera vía’ de toda responsabilidad en la muerte de Kelly, pero la imagen del Premier resultó afectada. En ese entonces, un sondeo reveló que el 67% de la población británica se creía engañada sobre los argumentos para la guerra contra Iraq, según publicó el diario Sunday Telegraph.
Y la imagen se desgastó más, casi dos años después, cuando Gran Bretaña sufrió en su territorio los embates del terrorismo islámico, en represalia por el apoyo de Londres a Washington en Iraq y por la presencia militar en Oriente Medio. El 7 de julio de 2005, dos atentados reivindicados por la red Al Qaeda segaron 52 vidas. Además, 700 personas resultaron heridas. Ese día, aunque en menor escala, Gran Bretaña vivió algo parecido al 11-S en Estados Unidos y al 11-M en Madrid.
La frase: “Los medios se comportan como bestias salvajes”, que Blair pronunció a dos semanas de su salida de Downing Street y que fue parafraseada por el presidente ecuatoriano Rafael Correa, resumió el deterioro al máximo de la relación de la clase política con los medios de prensa.
El testigo
Tony Blair, sobre un esqueleto político muy meritorio, fue también una gran -extraordinaria, diría yo- creación mediática. El Premier británico llegó a fascinar a los periodistas y a los editores porque reunía todo un conjunto de atributos personales y profesionales, que encajaban como anillo al dedo en lo que los profesionales de la información venimos en denominar “una buena historia”.
Blair y los medios se han utilizado de
modo recíproco
José Antonio Zarzalejos
Articulista español
El desgaste que produce el ejercicio del poder -muy corrosivo en el caso de Blair por su implicación en decisiones muy impopulares como la invasión de Iraq y episodios de corrupción en el Partido Laborista- ha dejado al personaje situado en una perspectiva distinta, despojada del cortejo de circunstancias que le aureolaban como una apuesta mediática segura.
Blair y los medios se han utilizado de modo recíproco. Uno y otros han entrado en ese juego a menudo peligroso del compadreo, la empatía coyuntural y el achicamiento de las distancias, siempre aconsejables entre esos ámbitos, lo que ha conducido a la hostilidad. (Tomado del diario ABC, España)
OTROS HECHOS
La prensa informó de otro escándalo de Blair. El ex primer ministro británico Tony Blair se hizo arreglar el tejado de su segunda vivienda a costa de los contribuyentes, sólo dos días antes de dejar su cargo en junio de 2007, según la lista de gastos de los diputados, publicada por el Parlamento.
Los pagos a peluquería. La prensa también ventiló los gastos en una peluquería de la esposa de Blair, Cherie, quien en un mes pagó cerca de USD 16 000 por el cuidado de su cabello.
‘Los medios se comportan como bestias salvajes’
Tony Blair, ex premier británico
El ex Jefe del Ejecutivo de Gran Bretaña acuñó la frase en 2007, a dos semanas del término de 10 años en Downing Street. Lo dijo en una conferencia en la sede de la agencia de noticias Reuters, como una suerte de resumen del deterioro de la relación con los medios, que se volvió áspera a raíz de la divulgación por la prensa de que funcionarios del gobierno de Blair manipularon el expediente que justificó el apoyo de Londres a la invasión de Iraq, en 2003.