Theresa May fustiga a la UE por su rechazo al plan del Brexit

La primera ministra británica Theresa May hace una declaración sobre las negociaciones Brexit después de una cumbre de la Unión Europea en Salzburgo, en el número 10 de Downing Street, el 21 de septiembre de 2018. Foto: Jack Taylor / AFP

La primera ministra británica Theresa May hace una declaración sobre las negociaciones Brexit después de una cumbre de la Unión Europea en Salzburgo, en el número 10 de Downing Street, el 21 de septiembre de 2018. Foto: Jack Taylor / AFP

La primera ministra británica Theresa May hace una declaración sobre las negociaciones Brexit después de una cumbre de la Unión Europea en Salzburgo, en el número 10 de Downing Street, el 21 de septiembre de 2018. Foto: Jack Taylor / AFP

La primera ministra británica, Theresa May, fustigó el viernes, 21 de septiembre del 2018, a los líderes de la UE calificando de inaceptable su rechazo al plan propuesto para el Brexit y advirtiendo de que las negociaciones, que debían terminar en octubre, están “en un callejón sin salida”.

May se llevó un rapapolvo de sus socios europeos en la cumbre informal de miércoles y jueves en la ciudad austriaca de Salzburgo: su plan para sacar a Reino Unido de la Unión Europea manteniendo una estrecha relación comercial pero sin hacer grandes concesiones no funcionará, le dijeron.

Un día después, la primera ministra, atrapada entre la exigencia de mayores concesiones por parte de la UE y el rechazo de estas por buena parte de su Partido Conservador, respondió en una declaración televisada en directo desde Downing Street.

“En este estadio, no es aceptable rechazar simplemente las propuestas de la otra parte sin una explicación detallada y sin contrapropuestas”, afirmó.

“Ahora necesitamos oír de la UE cuáles son los problemas reales y cuál es su alternativa para que podamos discutir. Hasta que lo hagamos, no podemos progresar, mientras tanto continuaremos trabajando para prepararnos para un Brexit sin acuerdo”, agregó.

La libra, que ya retrocedía frente al dólar y el euro, aumentó bruscamente sus pérdidas tras el discurso de May. Según Craig Erlam, analista de la firma Oanda, es la muestra de que los mercados creen que un Brexit sin acuerdo es cada vez más probable.

 “Humillada” 

La prensa británica afirmó unánimemente que May, quien esperaba encontrar un mayor apoyo de los líderes políticos que el obtenido de los tecnócratas de Bruselas, había sido “ humillada ” por estos.

Los jefes de Estado y de gobierno de los 27 también dejaron en suspenso la convocatoria de una cumbre especial, sugerida para mediados de noviembre, para cerrar el acuerdo, afirmando que esta no verá la luz si no hay un progreso real en el próximo Consejo Europeo, el 18 y 19 de octubre en Bruselas.

En opinión de Simon Usherwood, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Surrey, “los británicos no habían hecho un buen trabajo de preparación para Salzburgo y cuando la cumbre se puso inflexible no tenían nada más que poner sobre la mesa en privado” .

“ Tal vez había la sensación de que la primera ministra traería algo más positivo, pero no creo que se pueda culpar de eso a nadie en la UE ni en Irlanda”, dijo el viernes el primer ministro Irlandés, Leo Varadkar.

“No estamos en guerra con Reino Unido”, aseguró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una entrevista este viernes al diario austriaco Die Presse. Pero “está claro que no se puede salir de la UE y seguir conservando los privilegios de la comunidad. Brexit significa Brexit”, subrayó.

“Vuelta de tuerca” 

El principal escollo en la negociación sigue siendo qué tipo de frontera instaurar entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, miembro del bloque.

May propuso crear una zona de libre comercio de bienes en esa zona, pero la UE lo rechazó asegurando que la libre circulación europea es un todo o nada que incluye bienes, servicios, personas y capitales.

La primera ministra cedió y anunció que en breve presentará nuevas propuestas.

El problema es que su proyecto actual, conocido como “plan de Chequers”, ya enfrenta la dura oposición de buena parte de su formación política, el Partido Conservador, que lo considera demasiado conciliador con la UE.

Y mayores concesiones tendrían todavía una menor aceptación en el congreso del partido que comienza la próxima semana entre rumores de que el exministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, partidario de un Brexit duro, podría intentar arrebatarle el liderazgo.

Así que probablemente solo pueda hacer concesiones una vez terminado el congreso, “pero eso no le deja realmente ningún tiempo para progresar de cara al consejo europeo de octubre”, señala Usherwood, considerando que en Salzburgo la UE “dio una vuelta de tuerca” a su posición para que los británicos no piensen que acabarán obteniendo lo que quieren.

Los europeos “son conscientes de que la prensa británica y el debate político británico parece creer que la UE se está ablandando, y está dispuesta a hacer concesiones, que no es en absoluto lo que han dicho”, advierte.

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