‘Llevo tres días sin saber si mi hijo está vivo o está muerto’, dice la madre de un preso en Guayaquil

Elena (nombre protegido) contó cómo ha buscado información sobre el estado de salud de su hijo de 26 años. Foto: EL COMERCIO

Elena (nombre protegido) contó cómo ha buscado información sobre el estado de salud de su hijo de 26 años. Foto: EL COMERCIO

Elena (nombre protegido) contó cómo ha buscado información sobre el estado de salud de su hijo de 26 años. Foto: EL COMERCIO

Elena (nombre protegido) cumplió este jueves, 25 de febrero del 2021, tres días fuera de la cárcel Regional de Guayaquil. Mirando a los pabellones del complejo penitenciario y con sus manos entrelazadas para orar contó cómo ha buscado información sobre el estado de salud de su hijo de 26 años, quien cumple una pena por un delito de asesinato. Aquí su historia.

“Desde el martes llevo orando a mi Dios para que proteja a mi hijo. Él tiene 26 años y está en esta cárcel desde hace cuatro. Fue condenado por un asesinato que no cometió. Desde que ingresó acá no lo he visitado. Solo hablamos cuando me llama. La última vez fue hace un mes. Ahí me dijo que estaba bien, pero que había gente muy mala en su pabellón.

Por eso, apenas me enteré en las noticias que había peleas me asusté y dejé todo para venirme acá. Llevo tres días sin saber si mi hijo está vivo o está muerto.

Cada vez que intento llegar a la puerta de la cárcel, los policías me truncan el paso. Les pido que me ayuden a verificar el nombre y solo me responden que no saben. Nadie sabe nada acá.

Lo único que puedo hacer es orar. Ayer hice lo mismo con otra señora que busca a su hijo. Juntas nos tomamos de las manos y les enviamos bendiciones para que nuestro señor los proteja.

Mi familia tiene videos de la matanza. Me piden que vea para identificar a mi hijo, pero yo no lo hago. Me da pena ver como se matan y las autoridades no hacen nada.

Ayer estuvimos aquí cuando empezó de nuevo los problemas. Se escucharon disparos y se veía que algo se quemaba. Los presos están subiéndose a los techos para pedir ayuda. Es un verdadero calvario estar acá afuera y no poder socorrerlos.

Tengo fe en que mi hijo está bien, pero me lleno de angustia cuando ingresan las ambulancias. Hoy estuvo hasta un carro de la morgue. No sabemos si siguen aumentando los muertos. Nadie nos dice nada.

No me queda más que esperar a que algún rato saquen una lista de los heridos y de los asesinados. Las autoridades deben tener misericordia y darnos información”.

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