'Le dije hijo corre, no te dejes alcanzar, pero lo asesinaron', cuenta la madre de un reo asesinado en Cuenca

Hasta la tarde de este miércoles 24 de febrero del 2021, 19 cuerpos fueron retirados del centro forense y llevados a sus ciudades de origen para los velatorios. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Hasta la tarde de este miércoles 24 de febrero del 2021, 19 cuerpos fueron retirados del centro forense y llevados a sus ciudades de origen para los velatorios. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Hasta la tarde de este miércoles 24 de febrero del 2021, 19 cuerpos fueron retirados del centro forense y llevados a sus ciudades de origen para los velatorios. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO

Los cuerpos de 19 de los 34 internos asesinados al interior del Centro de Rehabilitación Social Turi de Cuenca ya fueron retirados del Centro Forense, hasta las 18:00 de este miércoles 24 de febrero del 2021.

Hay siete cuerpos que aún no han sido identificados porque fueron decapitados, desmembrados y hasta quemados.

Con el resto, los médicos legistas avanzan en las autopsias y se espera que el trabajo concluya este jueves 25.

A las afueras del centro forense llegaron decenas de familiares.

Teresa es una madre, de 56 años de edad, oriunda de Guayaquil, y relata los últimos minutos de vida de su hijo.

“Estaba con mi nieto Joel, de 8 años. Él recibía clase virtuales cuando –a eso de las 08:55- sonó el celular.

Era Jhon, desde la cárcel de Turi gritaba mamá nos vienen a matar y escuché un disparo.

Había tanto ruido de golpes de fierros, máquinas, el griterío de la gente y los insultos.

Escuchaba mátalo, mátalo, mátalo. Le dije mijito escóndete, corre, no te dejes alcanzar. Era desesperante no saber qué hacer.

Él solo repetía mamá, por favor, llama a la Policía, dile que detengan esto y se silenció la llamada.

Cuando llamé a las familias de los compañeros de mi hijo tenían la misma información, que llegaron al pabellón de máxima seguridad para cobrar venganza, no sé de qué.

Viví horas de incertidumbre, hasta que me mostraron los videos de la matanza.

Mi hijo y sus compañeros fueron asesinados.

Su cabeza fue separada del cuerpo y reposaba entre otros cinco cadáveres amontonados.

Con esas imágenes acabaron con mi vida, hubiera preferido que nadie grabara eso.

Esto es muy doloroso, horrible y triste. Ahora me voy con su cuerpo a sepultarlo”.

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