Testimonio de inseguridad: ‘Le lloraba al ladrón para que no me apuñale en mi auto, en Conocoto’

Las unidades de taxis generan congestión en distintos puntos de Quito, cuando los vehículos se estacionan para esperar pasajeros. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

Las unidades de taxis generan congestión en distintos puntos de Quito, cuando los vehículos se estacionan para esperar pasajeros. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

Imagen referencial. Un taxista que labora en el sector de Conocoto fue víctima de un asalto con arma blanca la madrugada de este lunes 18 de noviembre del 2019. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

El conductor Armando R., de 35 años, fue víctima de un asalto la madrugada de este lunes 18 de noviembre del 2019, en Conocoto, una parroquia ubicada en el oriente de Quito. Durante el atraco, un desconocido lo apuñaló y huyó con el vehículo que utiliza para trabajar como taxi ejecutivo. Horas después del incidente, la Policía Nacional apresó al sospechoso y recuperó el carro.

A continuación su testimonio:

“Era aproximadamente la 01:00 de hoy cuando un hombre se acercó a la parada de la compañía en que trabajo, en el centro de Conocoto, para pedirme una carrera. Acepté y me solicitó que lo lleve a la casa de un allegado.

El amigo no quiso salir a consumir licor con él. Finalmente, me dijo que lo movilice a la altura del sector San José La Salle. Todo transcurría con normalidad hasta que me indicó que ingrese por un camino obscuro. Avanzamos unos metros, me pidió que pare, se quitó el cinturón de seguridad e inmediatamente sacó un cuchillo grande.

En ese instante, él me exigió que le diera todo. Le entregué los USD 12 que tenía en la caja y el teléfono celular de la cooperativa. El tipo se enojó y comenzó a apuñalarme en el cuerpo, por suerte llevaba puesto una chompa gruesa que me protegía. Me armé de valor y no le dejé que siga agrediéndome.

Forcejeamos adentro del carro y logré agarrarle de la muñeca de la mano con la que sostenía el cuchillo. Le suplicaba que no me mate, tengo dos hijos y no quería morir. Le lloré para que no me hiciera daño. Él continuaba diciéndome dame todo lo que tienes o te apuñalo en la cara. En un momento intentó atacarme (en el rostro), moví la cabeza para atrás y me apuñaló en el pecho. Yo creo que estaba drogado, porque le suplicaba y seguía con su actitud violenta.

Los policías apresaron al sospechoso de agredir con un cuchillo a un taxista la madrugada de este lunes. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Comencé a darle cabezazos y eso me ayudó a contenerlo. Pese a que él es un hombre alto logré neutralizarlo. En un momento de descuido de ese individuo, logré zafarme el cinturón de seguridad, me subí sobre él, se abrió la puerta del copiloto y salimos del carro revolcándonos sobre la calle.

Parecía una película de terror, trataba de salir corriendo y me tropezaba con las piedras, no podía huir. Al final ya conseguí escapar mientras el hombre encendió mi carro y se fue.

Desesperado me comuniqué con la Policía Nacional y posteriormente me fui a un centro asistencial. Les indiqué a los uniformados lo que ocurrió y comenzaron a investigar. Horas después, los agentes localizaron a mi carro a pocas cuadras de un conjunto residencial en donde vive el sospechoso.

Lo curioso es que el carro fue encontrado con la llanta ponchada. Los agentes ingresaron a la vivienda y finalmente lo encontraron. Llevaba puesto una chompa con manchas rojas y lo apresaron.

Ese automóvil es mi herramienta de trabajo y estoy pagando las cuotas. Pido a las autoridades que por favor me lo devuelvan para laborar, pues fue llevado a los patios de retención. Ahora no tengo empleo y necesito con urgencia mantener a mi familia. Agradezco demasiado a la Policía que detuvo a ese hombre”.

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