A un mes de la tragedia en Manta se vive la esperanza

Un grupo de jóvenes encendió un mensaje de esperanza el lunes 16 de mayo en la playa El Murciélago de Manta. Foto: Santiago Sarango/ EL COMERCIO

Un grupo de jóvenes encendió un mensaje de esperanza el lunes 16 de mayo en la playa El Murciélago de Manta. Foto: Santiago Sarango/ EL COMERCIO

Un grupo de jóvenes encendió un mensaje de esperanza el lunes 16 de mayo en la playa El Murciélago de Manta. Foto: Santiago Sarango/ EL COMERCIO

La frase "Manta se levanta" ardió en lo más alto del malecón frente a la Plaza Cívica, la noche del lunes 16 de mayo. Decenas de personas observaban la iniciativa de un grupo de jóvenes que, una vez terminada la ceremonia eucarística celebrada en la plaza, emprendieron como un mensaje de esperanza a la comunidad al cumplirse un mes del devastador terremoto de 7.8 en la escala de Richter que asoló las Costa ecuatoriana, el pasado 16 de abril.

“El incinerar esta frase delante de toda la comunidad es una iniciativa por mostrar que seguiremos adelante, pese a la adversidad”, comentó ayer (16 de mayo) Eliana Cruz, una de las organizadoras. Para ella, era necesario aprovechar la multitud que asistiría a la misa celebrada por el arzobispo de Portoviejo, Lorenzo Voltolini, en la Plaza Cívica, para así mostrar el acto a la mayoría de personas posibles.

“Los jóvenes no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Los manteses queremos que nuestra ciudad surja y se fortalezca la unión, una de la cualidades que más caracteriza a los manabitas”, agregó.

Los pobladores de Manta están decididos a superar la tragedia.

Como ella, Ángel Ponce, taxista de la Cooperativa 11 de Enero, sostiene que la ciudad y la provincia necesitan mostrar su fortaleza. “En Manta la gente no se cansa de luchar por salir adelante, de alguna u otra manera. Es imposible que nos quedemos de brazos cruzados”.

Mientras conduce por el Malecón y tras una década de recorrer la ciudad, el hombre de 39 años recuerda que horas después de suscitarse el movimiento telúrico no podía creer lo que le había ocurrido a la ciudad que siempre había transitado.

“La noche de la tragedia yo salí a la 01:00 con mi mujer a recorrer la ciudad y no podía contener mi llanto. Te acostumbras a ver tu ciudad de forma agradable, pero después de la noche del terremoto, el lugar parecía una película de terror. Deseaba cerrar los ojos y pensar que solo era un sueño”, agregó Ponce.

Para Ángel López, comerciante de la ciudad de Manta, más allá de pensar que la tragedia parecía un pesadilla o no, el hecho demandaba una respuesta inmediata del pueblo mantense. “La noche del terremoto los ciudadanos lo único que podíamos hacer era abrazar a nuestros seres queridos y llorar. Pero así también, nos propusimos ya con el paso de tiempo, olvidar todo y sacar adelante la ciudad”, comenta.

López lleva 25 años recorriendo las calles de la ciudad. Vende granizados actualmente y esa actividad le permite conversar con los ciudadanos sobre lo ocurrido en la ciudad. “La gente me dice que ha perdido todo, que no tienen dónde vivir, pero antes de que se vayan yo les digo que no todo lo vean en negativo, pues, pese a la tragedia, están aquí, con vida, y esa es la mayor esperanza que todos los manabas debemos rescatar, afirma el vendedor de 54 años.

Así lo cree también Oscar Cadena, un quiteño de 66 años que no dudó en acudir a la playa El Murciélago para apoyar con la visita y estadía de su familia al pueblo manabita. “Nosotros estamos aquí para aportar a la ciudad. El espíritu de los manabitas es inquebrantable. Su amabilidad y trabajo es increíble. Si esto continúa, el turismo volverá a ser una fuente importante para que la ciudad resurja”, sostiene.

Para Cadena, todos los ecuatorianos deben sentir la necesidad de viajar a esta ciudad, de volver en familia y creer que ese aporte, el del turismo, será clave para volver a reactivar la economía de la población. “Pese a todo, la belleza de Manta y sus sitios paradisiacos siguen en pie y eso debe ser una motivación para no dejar de visitar esta tierra tan hermosa que tiene el Ecuador”.

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