Terminal Terrestre de Quitumbe será modernizada

Los usuarios se quejan de que la terminal de Carcelén (norte) no brinda comodidades. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Los usuarios se quejan de que la terminal de Carcelén (norte) no brinda comodidades. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

El área de comidas de la terminal de Quitumbe es una de las que será cambiada. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Los trabajos de modernización de la zona comercial de la terminal terrestre de Quitumbe, en el sur de Quito, arrancarán en febrero del 2020. El anuncio lo hizo el Municipio del Distrito, a los 117 comerciantes que laboran allí, durante una reunión realizada el sábado 4 de enero.

El nuevo diseño arquitectónico y el cambio de mobiliario tendrán una inversión de USD 1,5 millones. Rómel Tapia, gerente de Terminales y Estacionamientos de la Epmmop, dice que el fin es mejorar la atención a los usuarios y la infraestructura en el patio de comidas, así como en la zona de locales comerciales.

En un recorrido realizado por este Diario, varios usuarios coinciden en que se deben cambiar las mesas y ampliar los puestos en donde se expenden alimentos y productos.

El viernes 3 de enero, Salvador Rojas decidió desayunar en el lugar antes de tomar un bus para viajar a Cayambe (norte de Pichincha). A su criterio, al sitio en donde se venden alimentos le hace falta iluminación y cree que debe mejorar la calidad de la comida.

Ricardo Dávila debía viajar a Bahía de Caráquez, en Manabí. Según él, los baños están en malas condiciones y emanan mal olor. Dice que la rehabilitación no debe abarcar solo la zona comercial, sino también otras áreas.

Los usuarios se quejan de que la terminal de Carcelén (norte) no brinda comodidades. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

“Hay incomodidad para los usuarios que viajan a otras provincias en los feriados. Se debe mejorar la señalética”.

Para Tapia, en Quitumbe se debe hacer una reestructuración financiera. “Ese lugar requiere USD 150 000 mensuales en mantenimiento (servicios básicos, guardianía, limpieza, etc.) y solo en arriendos de los locales se recaudan USD 80 000; es decir, ese monto no cubre los gastos”. Los precios de los arriendos varían entre USD 15 y 544, dependiendo del tamaño del quiosco.

El Cabildo realizó el 2019 un estudio sobre las necesidades de la terminal. Los usuarios coincidieron en que las instalaciones deben regenerarse en todo ámbito: acceso a parqueaderos, conexión a Internet, facilidades para tomar transporte tras salir de la terminal y espacios para cargar teléfonos celulares. A esto se suma que el 75% de los encuestados indicó que la alimentación no es de calidad y debe mejorar.

Tapia señala que este proceso ha sido socializado de forma permanente con los comerciantes, desde mediados del 2019. Hoy se busca un espacio para reubicar a los comerciantes. “Es un sitio muy oscuro. Vamos a derribar las fachadas, paredes y colocar grandes ventanales para que haya más comodidad”. Según el plan, oficinas como la Policía Turística se trasladarán a Quito Turismo, para agrandar los espacios. Se cambiarán las cubiertas en las boleterías, se ampliarán los locales para bancos, farmacias y se instalarán islas comerciales. Además se abrirá una tienda de 200 m² y se habilitarán baterías sanitarias en cada planta.

También se hará el mantenimiento, reparación o cambio de redes eléctricas, hidrosanitarias, gas centralizado, etc.

Otro tema que se debe solucionar es el de los quioscos. En el 2009, estos fueron entregados a 117 comerciantes a través de una concesión que duró 10 años. Ese plazo se terminó y ahora se busca una alternativa. “En julio se les comunicó que se terminó la concesión y se les informó que habrá la modernización. Se realizaron mesas de diálogo entre autoridades y las personas que trabajan allí”.

Rosalía Guerrero, presidenta de la Asociación de Comerciantes Terminal Terrestre Quitumbe y Carcelén, pide al Municipio que las concesiones sean entregadas otra vez a la gente que trabaja en Quitumbe desde hace 10 años.

Un aspecto que el Municipio no ha explicado es qué pasará con la terminal de Carcelén, donde también hay quejas de los usuarios. Miroslava Borja, presidenta de la Asociación de Independientes Terminal de Carcelén, cuenta que participó en la última reunión en Quitumbe a nombre de sus agremiados. Allí informó a las autoridades que la infraestructura es insuficiente para afrontar la demanda: 10 000 usuarios diarios.

Dice que los tres baños no abastecen. No hay espacios ni bancas de espera suficientes. Los pasajeros indican que los sitios donde están los quioscos de comidas y las cabinas telefónicas son muy estrechos.

Suplementos digitales