Hace poco sus tres hijos se fueron de casa para estudiar en el exterior y ahora debe afrontar las grietas ocultas de su matrimonio, disimuladas durante más de 20 años por el acostumbrado caos de la paternidad. Le cuesta lidiar con los cambios y se molesta fácilmente con los que le rodean, en esta etapa de su vida, se ha vuelto un hombre irritable.
Tenga en cuenta
Los servicios del Grupo Vida están dirigidos a individuos, parejas y familias.
Las psicoterapeutas también trabajan con instituciones y empresas que requieran servicios de supervisión.
Para más información, llamar al 225 – 9781.
Martha ha decidido enfrentar la transición de una manera distinta. Ha optado por retornar a la universidad tras haber dejado los estudios para cuidar a sus hijos. Disfruta más que nunca de las reuniones sociales que tanto disgustan a su marido.
En esta historia ambos cónyuges atraviesan una nueva etapa de una manera individual. Una crisis en la que los padres ya dejaron de ser solo padres y volvieron a ser pareja, porque el rol que antes compartían ya no es el mismo. Los hijos ya no están y, tras tantos años de matrimonio, ha llegado el momento en que ambos se deben reencontrar y convivir como pareja.
La película ‘El nido vacío’ describe el síndrome del mismo nombre desde la vida de Leonardo y Martha. Un incidente natural y que llega con el tiempo con la partida de los hijos que ha causado una reacción en toda la familia.
La familia, más que una colección de individuos
La terapia familiar sistémica es relacional y mira a la familia, a la pareja, a la persona como un sistema. Grupo Vida, un centro de terapia conformado por psicoterapeutas profesionales con vasta experiencia, ofrece servicios de terapia familiar sistémica. Esta forma de pensamiento ve a la familia, por ejemplo, como un sistema que funciona mediante la interacción de sus miembros.
Un divorcio, una enfermedad grave, el fracaso de una relación amorosa, o el exceso de trabajo en un solo miembro de la pareja generan reacciones distintas en todas las personas. La familia busca asesoría del psicoterapeuta, porque una parte, uno de sus miembros, siente que algo pasa. Esta forma de terapia se enfoca en la persona dentro del marco de su familia, en lugar de centrarse en el individuo como la fuente del problema; además, realiza hipótesis de lo que puede estar ocurriendo, al contrario de otros tipos de terapia que hacen un diagnóstico del paciente.
El compromiso determina los resultados
El tiempo de terapia no es indefinido. Usualmente un acompañamiento en una crisis necesita alrededor de 5 sesiones. El caso de violencia doméstica por ejemplo, un problema de salud pública, con este modelo se prevé que sean alrededor de 52 sesiones de tratamiento. Es importante recalcar sin embargo que así sean 5 sesiones o 52, lo que determina los resultados y el tiempo de terapia es el compromiso del paciente y el cambio al que se quiere llegar.
La comunicación es un pilar
Al comunicarnos, la forma en la que el receptor entiende nuestro mensaje influye en nuestra relación; en especial la comunicación no verbal, la forma en que decimos las cosas.
¿Cuántas veces hemos escuchado o hemos dicho nosotros mismos, no es lo que me dice sino la forma en que me lo dice? Los errores de comunicación son muy comunes y esta terapia nos ayuda a encontrar formas más efectivas de comunicarnos con los demás.
La solución a un problema no siempre es la más obvia
En un incendio forestal, lo lógico sería apagarlo. Pero si las llamas se extienden la situación será peor. La terapia familiar sistémica analiza las partes del sistema en conjunto y se enfoca en el problema dentro de un contexto, desde ahí busca el verdadero remedio.