Redacción Judicial
En la audiencia de formulación de cargos del ex canciller, Édgar Terán, y del ex jefe de Inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño, había tensión.
Incluso dos mujeres rezaban el padre nuestro, mientras el juez Primero de Garantías Penales, Guillermo Solís, decidía sobre el pedido de medidas cautelares (prisión, arraigo, presentarse ante la autoridad) contra los ex funcionarios. Ni Terán ni Pazmiño fueron a la diligencia, pero había la incertidumbre de que se ordenara su detención.
Ellos son imputados por el delito de supuesta propagación de información que podría alterar el orden público o afectar al honor nacional. Terán y Pazmiño dieron declaraciones públicas, tras la difusión de un video editado de ‘Mono Jojoy’, guerrillero de las FARC.
En la cita se habla de una presunta ayuda en dólares a la campaña de Rafael Correa. Esa versión fue desmentida por el comandante de las FARC, Alfonso Cano.
Por esas opiniones, el fiscal Patricio Trujillo abrió una indagación, que duró tres meses. Ayer, él dijo que hay motivos para que se inicie la instrucción fiscal y, con ella, el proceso penal. Pidió al Juzgado Primero de lo Penal que se dicten medidas cautelares.
El juez Solís rechazó el pedido y eso alegró a políticos de Sociedad Patriótica, socialcristianos, de la UDC; y a amigos y familiares que acudieron a la audiencia para apoyar a Terán y a Pazmiño.
Pablo Guerrero, abogado de Pazmiño, dijo que se logró un triunfo, porque la consigna del Gobierno es acallar a todos. Sus palabras fueron apoyadas con el estribillo: “Disentir no es delinquir”. Además, invitó a que acudan hoy a una concentración en la av. De los Shyris, donde se reúne la Junta Libertaria de Quito.