José Oswaldo Montalvo E.
He tenido la oportunidad de seguir de cerca los noticieros que han dado cobertura a la reciente cumbre extraordinaria de la Alba en la que Ecuador entró como participante.
Entre los medios que revisé estaba Telesur, canal financiado y auspiciado por el gobierno de Chávez, como alternativa a los medios a los cuales ataca y clausura, imponiendo la pauta a su homólogo ecuatoriano.
El estilo “oficial” de las noticias allí promulgadas, evidencia su sesgo gobiernista y su mensaje político, por ejemplo: cobertura del discurso de Daniel Ortega en la Plaza de Revolución en Nicaragua, discursos del propio Chávez antes, durante y después de la cumbre y una entrevista a Fidel Castro realizada en 2005.
No hubo mención alguna sobre la crisis que se vive en Irán y, de hecho, la única noticia afirmaba que “la gran mayoría de calles en Teherán está en absoluta normalidad y calma”, “el Gobierno desarrolla su agenda normal y asumirá el nuevo mandato entre el 26 de julio y el 19 de agosto” y “la CIA financia a los manifestantes”.
Nada sobre la prohibición de la cobertura a medios internacionales y menos sobre la muerte de la joven Neda que, captada con video casero, dejó conmovida a todo el planeta.
¿Es para esto que los líderes de la revolución bolivariana quieren apoderarse de los medios?
¿Es un tema discutido y acordado en el seno de la Alba o tras bastidores en la infinidad de reuniones de los mandatarios de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador?
Todo parece indicar que así es. La estrategia (dicha por el mismo Chávez) es manejar el tema comunicacional y eso implica callar a muchos medios y controlar la forma en que las noticias llegan a nuestros oídos.
La “revolución” amenaza nuestra capacidad de escoger y ser libres para elegir lo que queremos escuchar.
Quieren amoldar nuestro pensamiento y no descansarán hasta lograrlo. Solo nosotros podremos impedirlo, aunque solo contemos con la tan golpeada democracia que también estorba al plan bolivariano.