Aunque Galileo convirtió al telescopio en un instrumento científico de primer orden, no fue él quien lo inventó.
El historiador Nick Pelling sostiene que el primer telescopio podría ser obra de un óptico catalán que responde al nombre de Juan Roget, quien vivió en la ciudad catalana de Girona hace unos cuatro siglos.
Hasta ahora, la invención del telescopio se ha atribuido al fabricante de lentes holandés Hans Lipperhey.
El historiador Pelling basa su teoría en otra investigación divulgada en 1959 por el optometrista español José María Simón de Guilleuma, quien rastreó las primeras menciones del artilugio en testamentos realizados en Cataluña a finales del siglo XVI. El optometrista averiguó que Roget procedía de una familia de fabricantes de lentes de Barcelona.
Fue aún más lejos e investigó la existencia de un telescopio en testamentos de habitantes de Barcelona que compraron artefacto del investigador Roget.