Redacción Guayaquil
El pedido de salida del gerente general de diario El Telégrafo, Álex Camacho, generó contradicciones en el Régimen y en parte del Directorio.
La ministra de Finanzas y presidenta de la Junta de Accionistas de ese medio, María Elsa Viteri, pidió la renuncia al funcionario porque no cumplía con los criterios de eficiencia en su gestión. Esto -dijo- luego de una auditoría que hizo esa Cartera.
Sin embargo, ayer el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, aclaró que Viteri pidió la salida de Camacho para cumplir la reorientación que se le dará al periódico para que se transforme en una empresa pública.
“No se debe a ningún tipo de sospecha sobre actos de corrupción, como equivocadamente se sugiere en ciertos medios de comunicación con base en declaraciones de ex colaboradores del Diario”, dijo en un boletín.
Ayer, empleados y trabajadores desconocían si se concretaría un reemplazo para Camacho. En la mañana, sus directivos se mantuvieron en reunión y hasta el cierre de esta edición no dieron declaraciones. El Telégrafo, en sus ediciones impresa y digital, no publicó nada sobre el pedido de Viteri.
Tampoco se confirmó si Rubén Peñaherrera, ex gerente del canal estatal CN3, asumiría la gerencia general de ese medio.
Por su parte, los integrantes del Directorio del diario tenían previsto reunirse, pasadas las 18:00, para analizar si sale o no Camacho. Octavio Villacreses, concejal guayaquileño por Movimiento País y miembro del Directorio, confirmó la reunión.
Villacreses considera que no existe un mal desempeño del Gerente General, pero reconoce que como Directorio deben respetar las decisiones de la Junta de Accionistas. Según dijo, hasta ahora el pedido de Viteri no ha sido analizado por la Junta de Accionistas, para lo que debe ser convocada.
“Es su visión (la de la ministra Viteri) y hay que respetarla. No estoy de acuerdo porque he visto el manejo de cerca y es absolutamente transparente y eficiente…”.
En una entrevista con EL COMERCIO, en junio pasado, Álex Camacho defendió el manejo de la empresa. Dijo que estaba previsto que El Telégrafo tenga un crecimiento de 60% en su pauta publicitaria, respecto a 2008. Sería un ingreso de USD 5,4 millones, por concepto de publicidad.
Pero un informe de auditoría que presentó AseGer en abril, reflejaba que a diciembre de 2008 existían pérdidas acumuladas por USD 4, 7 millones. Eso supera el 50% del capital de esa empresa y el total de las reservas de la compañía. “Por lo tanto, entraría en causal de disolución”, resalta el examen económico.