Como medida de protesta ante la proliferación de taxistas informales, los taxis formales colocaron banderas rojas en sus vehículos. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Banderas rojas se pasean por las calles de Quito sobre los taxis formales que sirven a la ciudadanía. Es una de las acciones que los gremios que agrupan a los transportistas han tomado como protesta ante “la proliferación de taxistas informales en Quito”.
Cuando este Diario consultó a un conductor, en la avenida 12 de Octubre, la tarde de este miércoles 9 de diciembre, el profesional contestó “estamos cansados de la piratería“.
Carlos Brunis, presidente de la Unión de Taxistas de Pichincha, asegura que las banderas son un signo de que los agremiados de la organización que preside se mantienen vigilantes. Piden que la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) controle a los informales.
“Ya no soportamos”, es la frase que Brunis utiliza para resumir la situación. Además reiteró su pedido al Municipio de que les ayude a frenar “esta avalancha de la informalidad”. Hasta el martes 15 de diciembre se mantendrán en sesión permanente para exigir operativos de control.
Sergio Garnica, concejal de Quito y miembro de la Comisión de Movilidad, comenta que al momento el Municipio no planea ningún tipo de regularización. Y, aseguró que la AMT alerta, con operativos periódicos, para evitar el tránsito de taxis piratas.
Lamentablemente, aseguró, el dirigente, “este es un tema que incluso atenta contra la seguridad ciudadana”. Y recordó que “los secuestros exprés se han incrementado y la mayoría se cometen en taxis no regularizados”.
En la sede provincial de los taxistas agremiados, ubicada en la Tribuna del Sur, se reúnen todos los días los tres dirigentes de la fuerza amarilla: Paco Velasco, de Unión de Operadoras de Pichincha; Fernando Valdez, de la Union Nacional de Taxistas Ejecutivos; y Carlos Brunis, de la Union de Taxistas de Pichincha.
Esos diálogos se extenderán hasta el martes 15 de diciembre, plazo en el cual -según dijeron- el Municipio de Quito tendría adjudicado un terreno para ubicar a las unidades que serán retenidas en los operativos que deben realizar en breve. Así lo espera Brunis. El dirigente recordó que otro compromiso adquirido con la Municipalidad fue crear un observatorio para verificar, además del buen servicio del taxismo, el trabajo de los agentes metropolitanos de tránsito.
Reiteró que “el mismo Municipio en su debido momento dijo que solo 3 608 vehículos debían ser regularizados, pero en el 2011 se regularizaron alrededor de 5 500″.
Hay que ser coherente en las posturas, precisó Brunis. El dirigente advirtió que no es correcto que por un lado circulen una gran cantidad de unidades que hacen las veces de taxis y por otro lado se mantenga el pico y placa.
Las tres uniones de taxismo formal suman, en el Distrito Metropolitano, 14 617 unidades, esa suma, dijo Brunis, es más que suficiente.
Finalmente acotó que “no estamos en contra de otro proceso de regularización, pero ese hay que hacerlo con estudios y bien”. Sugirió que aquellos 500 cupos de taxis más que, se dice, requiere la ciudad, deben ser entregados a las cooperativas y compañías legalmente constituidas y evitar la explotaciones de la que son víctimas las personas que pretenden formalizarse.