La restricción del Hoy no circula tiene 15 días en marcha, pero el Municipio todavía no define todos los mecanismos de su aplicación. Estaba previsto que ayer, lunes 23 de septiembre del 2019, se hiciera público el instructivo, que incluiría definiciones sobre franjas horarias para cierto tipo de transporte de carga e incluso salvoconductos, adicionales a los que constan en el reglamento.
Pero el secretario de Movilidad, Guillermo Abad, informó que el borrador del texto está en revisión. Y el Municipio adelantó que tras ese proceso, el documento deberá pasar por manos del alcalde Jorge Yunda antes de su divulgación.
Mientras tanto, quienes ya recibieron una negativa de flexibilización de la medida, como taxistas y motociclistas, se adaptan a sus nuevas condiciones de trabajo y buscan formas de sostener sus ingresos.
Ayer, 15 dirigentes del taxismo evaluaron las dos semanas del Hoy no circula. De la información recabada entre los conductores, concluyeron que en la primera semana fluía más el tránsito. Pero en la segunda ya no se sintió tanto el cambio, según Carlos Brunis, presidente de la Unión de Taxis de Pichincha, porque “hay taxis de otros cantones o autos particulares -a través de aplicaciones ilegales- trabajando”.
La avenida Naciones Unidas es una de las zonas de concentración de taxis en Quito. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
El gremio también conversó ayer con personal de Fiscalización de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), y solicitó que los controles a la informalidad “sean constantes, así como pasa con otras contravenciones”.
Brunis pidió una cita con Danny Gaibor, director de la AMT, para profundizar en este y otros temas relacionados con la medida.
En Quito hay unos 30 000 taxis regularizados o en proceso y, según Brunis, unos 1 300 salen de las calles cada día por el Hoy no circula. Por ello considera que se debe revisar la medida como está previsto, en noviembre, porque “nosotros no influimos en la contaminación ni en la congestión”.
Ayer, este Diario hizo un recorrido y constató un problema cotidiano: largas filas de taxis estacionados afuera de la Plataforma Financiera, el Complejo Judicial y los centros comerciales Iñaquito y El Recreo, en busca de pasajeros, obstaculizaban el paso de autos y buses. Los dirigentes dicen que hablarán con las bases para erradicar esta práctica y aportar a una mejor movilidad.
En las calles la situación varía, según el caso. Édgar Tapia y Nelson Amanta son taxistas y creen que la medida ha beneficiado al gremio, pues con una circulación más fluida se acorta el tiempo de viaje.
Aunque para Tapia el tránsito ha mejorado en ciertos sectores y en otros sigue igual, sus ingresos promedio de USD 30 al día han subido a 40 o 50, en jornadas de 06:00 a 22:00 “incluido el fin de semana, porque las deudas no esperan”. Amanta agrega que ahora hace unas cinco carreras más que antes de la nueva restricción.
En cambio, Pablo Mueses, quien trabaja entre 14 y 16 horas al día, ha visto disminuir su ingreso diario de USD 40 a 25. “Ha bajado bastante y cada vez hay menos recursos y se hace más difícil enfrentar las necesidades que se presentan”.
Para Brunis, no hay forma de compensar un día menos de actividad semanal y las diferencias de ingresos dependen de la modalidad de trabajo, pues hay quienes por salud no pueden laborar tantas horas al día y un balance real debe comparar distintos escenarios.
Los motociclistas que se dedican a la mensajería se ingenian para mantener sus ingresos. Ramsés y Ricardo Fuenmayor trabajan juntos en una ‘app’ de entregas a domicilio y antes lo hacían en bicicleta. Ahora compraron una moto para efectuar las entregas. Solo los jueves, el día que tienen restricción, volverán a sacar la bicicleta desde Carcelén Bajo hacia el hipercentro, donde a diario trabajan, especialmente al mediodía y en la noche.
Los motorizados de ‘apps’ se reúnen en puntos como La Carolina, a esperar pedidos. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
En cambio, Irvin Puma va a evaluar cada semana, según la cantidad de pedidos, si es necesario ir los miércoles a zonas donde no hay restricción vehicular para trabajar con su moto y así no perder un día. Su meta es juntar al menos USD 30 diarios, pero a veces solo logra USD 15 y eso no es suficiente.
Daniel Arévalo, gerente del servicio de mensajería Glovo, señala que el servicio no se ha visto afectado hasta el momento, porque la distribución de placas de lunes a viernes es pareja y no hay días con mayor déficit y su dinámica se fija por horas y no por días. “No se trata de reclutar por reclutar” y por ello solo se aumentan repartidores si sube la demanda.