Taxis incautados tras operativo contra banda dedicada al secuestro exprés. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los cinco vehículos investigados en la Fiscalía por el delito de secuestro exprés (conocido como extorsivo) se encuentran a esta hora (09:00) del jueves 26 de marzo en los patios de la Policía Judicial de Pichincha, en el barrio Jipijapa del norte de Quito. Son automotores amarillos, que cuentan con el letrero luminoso de taxi en la parte superior, y fueron incautados esta madrugada en la denominada Operación Eslabón XXV, ejecutada por más de un centenar de agentes en dos sectores del sur de la ciudad, que terminó con la detención de ocho personas.
Los vehículos fueron aprehendidos por pedido de la Fiscalía. Este Diario constató que ninguno de los cinco coches incautados tiene los sellos del Registro Municipal de Transporte Comercial, el permiso oficial para ofrecer el servicio de forma legal en Quito. Este adherible, de color verde, debe estar visible en los parabrisas delantero y posterior y en las puertas laterales de todo taxi autorizado, y, según la Agencia Metropolitana de Tránsito, es un indicador de seguridad para los usuarios.
Sin embargo, al menos dos taxis utilizaban elementos con los cuales podían engañar a los pasajeros y brindar la sensación de seguridad. Uno de esos indicadores de confianza es el color de las placas: anaranjadas. Cuatro de los cinco vehículos aprehendidos tienen las placas de ese color. El único automotor sin ellas, un auto Chevrolet amarillo con placas blancas, tiene sobre el parabrisas y en la puerta trasera adhesivos de Easy Taxi. En días anteriores, el representante de esta firma, que ofrece el servicio a través de una aplicación, alertó sobre la falsificación del logotipo de su empresa y pidió a los usuarios validar el servicio con la foto del conductor que reciben a través del celular.
Asimismo, uno de los taxis cuenta con el sello de Transporte Seguro pegado sobre el parabrisas; este distintivo es otorgado por la Agencia Nacional de Tránsito a las unidades que cuentan con cámaras y dispositivos de seguridad, conectados al ECU911. El adhesivo pudo servir para engañar a los ciudadanos.
Desde el último fin de semana, tres casos de robos a pasajeros en taxis en Quito fueron denunciados por sus víctimas en las redes sociales. Este Diario corroboró esos sucesos y entrevistó a dos de los afectados. Ellos señalaron que fueron víctimas de asalto con una misma modalidad: abordaron un taxi por la noche en el norte de Quito, el conductor desvió su ruta para permitir que tres extraños subieran a la unidad, golpearan al pasajero, lo amenazaran de muerte, le robaran su celular, otros bienes y dinero de las cuentas bancarias, y finalmente lo abandonaran en un lugar desolado.
A las 10:30 de hoy está previsto que el Ministerio del Interior ofrezca detalles de la operación de esta madrugada en Quito, en rueda de prensa.
Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), el secuestro extorsivo es un delito sancionado hasta con 13 años de pena privativa de libertad.