Redacción Guayaquil
Cuando Jeanne Traves anunció que era momento para el descanso, precisó que sería por 10 minutos. En ese momento, y más relajados, mujeres y hombres, 32 en total, aprovecharon para sentarse, beber agua o comentar sobre la clases.
Hida Jama se mostraba cansada, pero satisfecha. El cintillo rojo en su cabeza contrastaba con su malla completamente negra. Pese a que fue una práctica, acudió perfectamente maquillada.
Con menos de 20 años, es profesora de la academia de Yesenea Mendoza. Por ello, asistir al taller de danza contemporánea Bailando el sueño consciente, dictado por dos profesoras estadounidenses, era ineludible.
“Es una gran oportunidad porque nos ayuda muchísimo con nuestro desarrollo profesional. Vemos los conceptos que se manejan en otros países y propuestas más actuales de la danza”, dice.
El resto de jóvenes ocupó otros espacios de una de los salas del Centro Cultural Simón Bolívar, en el Malecón de Guayaquil. La mayoría pertenece a grupos porteños. Los demás eran independientes o provenían de otras artes como el teatro.
Jeanne Traves también aprovechó ese momento para descansar y afinar algunos detalles de la capacitación con Lisa Roll, la otra profesora estadounidense.
Su reducido español no fue una barrera para que sus alumnas y alumnos comprendieran lo que quería transmitir. Mientras realizaba sus movimientos, cada alumno la seguía con su mirada, para no perder detalle alguno. Palabras básicas como “up”, “down”, “left” o “right” eran suficientes para comprender su mensaje.
Jeanne Traves es integrante de la Facultad de Danza y Teatro de la Universidad del Sur de la Florida. Allí enseña danza moderna, coreografía, pedagogía y danza improvisación.
Luego del descanso, el grupo se concentró nuevamente. Era el turno de la profesora Lisa Roll. Ella tiene una certificación en baile y movimiento. Es bailarina profesional. El lenguaje de la danza es universal. Ella dice que, con sus diferentes niveles, mira mucho potencial en el grupo. Y que la parte importante de la capacitación es que se mire a la danza, como muchas actividades humanas, como un gran sueño que requiere de mucha pasión.